Breve historia de la lucha libre profesional #2

2º GERMEN DE LA LUCHA PROFESIONAL MODERNA (Francia 1830-Estados Unidos de américa 1900).

José ´Sewahe´ Serrano

08/09/2014 a las

El germen de la lucha libre profesional actual tiene su aparición en Francia, en 1830; lugar donde un feriante francés, tiene la idea de incluir entre las atracciones de su circo, a tres forzudos de nombre rimbombante, animando al público a que les hicieran frente, ofreciendo al que consiguiera doblegar a alguno de ellos la nada desdeñable cantidad de 500 francos de la época.

En ese momento es en el que a la exhibición clásica de fuerza se le une la parafernalia y atmósfera de las atracciones del mundo del espectáculo.

De esa unión del deporte y la cultura, surge el habitual hecho de poner apodos o motes a los púgiles y luchadores (aún si bien es cierto que ya a lo largo de la Historia, grandes guerreros y gobernantes ya eran nominados con seudónimos acordes a sus acciones y hazañas).

Veinte años después, y tras ver que el "invento" resulta floreciente; comienzan a escribirse las primeras reglas de este nuevo deporte; una de las cuales es, no poder utilizar las piernas para derribar al contrario y no poder golpear con la mano cerrada (puñetazos). Comenzó a ser conocido como "lucha clásica francesa" o "lucha grecorromana (aludiendo con este nombre a la tradicional lucha libre de la Grecia clásica y el Imperio Romano)"

La naturaleza itinerante de este tipo de espectáculos, hizo que los mismos llegasen a todos los lugares del país; y con ello, a los límites fronterizos , con lo que la curiosidad de los países vecinos, y el crecimiento del número de compañías de luchadores, hicieron que unos quisieran llevar el espectáculo a sus países, y los otros necesitasen territorios nuevos donde expandirse.

Beneficio para todos. La lucha clásica francesa había traspasado rápidamente fronteras, y desde mediados del siglo XIX hasta finales del mismo; no hizo sino extenderse exitosamente por toda Europa.

Mientras todo esto ocurría, ya en el Reino Unido se estaba desarrollando un estilo de lucha paralelo, al cual lo denominaron "catch as catch can". En su sempiterna rivalidad con el país galo, un marchante irlandés regresó a su patria y basándose en lo que había visto al otro lado del Estrecho, decidió venirse con la cantinela en la cabeza y con la decisión de introducirle unas cuantas variantes a la "lucha clásica francesa" que fueran más acordes al gusto del público británico. Revivió el "pancracio", que era un estilo mixto de combates cuerpo a cuerpo que mezclaban el boxeo y la lucha libre. Entre las mayores diferencias, estaba la de poder atacar a las piernas y utilizar las de uno propio para aplicar llaves e inmovilizaciones.

Ya estamos dando los últimos coletazos del siglo XIX y la lucha libre ya era el deporte de moda en toda Europa y tiene un circuito y unas reglas bien establecidas. Ese mismo año, la gaceta deportiva "le journal des sports" organiza el primer campeonato del mundo de lucha libre, saliendo vencedor del mismo, y proclamándose primer campeón mundial de esta modalidad, el francés Paul "el Coloso" Pons, al imponerse en la final al luchador ruso Lazslo Pytlasinski.

Allí se dieron cita el estilo francés y la variante inglesa basada en el pancracio; y aunque los contendientes galos tuvieron más éxito en los resultados, el estilo de las Islas fue el que más gustó a la concurrencia.

Los luchadores de "catch" decidieron plantarse en bloque con una petición común: querían profesionalizarse (es decir, cobrar por pelear) y ante las presiones de sus púgiles, los feriantes y promotores accedieron a sus pretensiones. Desde ese momento, y para hacer mayor diferenciación entre la lucha olímpica y la profesional, al "catch" se le empezó a llamar también "profesional" o "pro-wrestling".

A estas alturas de la película el pro-wrestling ya había llegado vía marítima a los Estados Unidos.

Todo parte a mediados del Siglo XIX (1850). En un principio de la forma más descarnada posible: Los marineros llegados al nuevo mundo desde Irlanda e Inglaterra, tenían mucho tiempo libre desde que atracaban en tierra hasta que debían recoger los bártulos para regresar a casa.

El único modo que tenían de entretenerse era el alcohol y las prostitutas. Interminables horas dilapidando lo ganado en sus viajes transatlánticos hacía que al final muchos regresaran arruinados. Es por ello que se ingeniaron la manera de ganar un dinero a raíz de otro de sus entretenimientos habituales: Cruzar apuestas en las peleas del primitivo "box" y de esa variante de lucha que comenzaba a hacerse tan popular en el viejo continente y las Islas británicas.

Así resultó, que todos los que se encontraron aquejados de deudas o con lo que se suele llamar "un agujero en el bolsillo" decidieron probar suerte.

La idea no era para nada mala: dinero a cambio de entretener a los propios compañeros, que a su vez ganarían también dinero con las apuestas. Todo sonaba muy bien. Pero como todos los planes, tenía su punto débil: Las peleas de esa época eran demasiado agresivas y duras. Los luchadores, aun habiendo ganado, quedaban maltrechos en el mejor de los casos (en el peor, y teniendo en cuenta la falta de higiene de los puertos en aquellas épocas corrían riesgo de infecciones, e inclusive la muerte).

Empezaron a echar cuentas. No les salía rentable quedar hechos "unos trapos" y no poder más que pelear una vez cada mes (en caso de pronta recuperación) o incluso durante un tiempo mucho más extendido. Así no podrían reponerse nunca de su mala situación económica, y encima con todo ello, quedando apaleados y maltrechos (cuando no cojos o inválidos).

Así que la "lucecita" se le encendió a la cabeza a alguien. Sin saber quién, ni con qué palabras; pero vino a decir algo como -Si por pelear una vez al mes ganamos "x" dinero; ¿Qué pasaría si peleásemos una vez a la semana? ¡Ganaríamos cuatro veces más!-

De ahí, a darse cuenta que la forma de hacerlo era "dulcificando los golpes" se tardó poco. Y desde ese punto, a comprender que debían hacer las luchas lo más creíbles posibles para poder seguir manteniendo las apuestas (ya que si la gente supiera que el resultado estaba predeterminado no tendría demasiado sentido el apostar) no se tardó demasiado.

Tuvieron en cuenta una cosa: Había gente que tenía más carisma natural, y otros cuyas dotes interpretativas eran una baza a jugar. A todo ello a algún marinero-luchador británico se le ocurrió poner en práctica toda la parafernalia de vestimentas que había visto utilizaban los "catchascanistas" europeos (en aquellos tiempos poco más que unos calzones, unas botas de cuero de semicaña y poco más; pero lo suficiente para tomarlo como referencia de identidad).

El momento de la "revelación" debió ser glorioso. Un grupo de luchadores, reunidos en riguroso secreto brindando y vanagloriándose de la estupenda idea que se les acababa de ocurrir. Ganar dinero reduciendo muchísimo el riesgo y las lesiones. Tal vez a alguno se le ocurrió pensar algo que a ciencia cierta era una realidad: Eso lo llevaban haciendo en Europa desde hacía mucho tiempo. Esa misma idea se estaba explotando en el viejo continente y las islas desde hacía ya tres lustros al menos.

Entre pitos y flautas, en Europa y en América se llegó al mismo punto, cada uno por su cuenta y en su momento.

Llegaba la hora de regresar a casa y muchos de ellos decidían por diferentes motivos el quedarse en Estados Unidos. Algunos porque habían encontrado en el wrestling un filón, otros porque no había nadie esperándolos en las Islas... así que comenzaron a formarse "trupés" al estilo europeo, y ellas fueron extendiéndose por todo el nuevo y gigantesco mundo.

En poco tiempo ya se asentaban por todo el país, y al igual que pasó en su momento con la expansión de la lucha libre desde Francia para el resto de Europa; el wrestling empieza a asomarse a ambas partes de la frontera entre México y Canadá.

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