El mundo de la lucha libre siempre ha estado lleno de especulaciones. Durante años, los aficionados han debatido sobre qué estrella mexicana daría el siguiente gran paso, una apuesta tan popular en los foros como la búsqueda de un código betano válido en latam. Sobre todo, el sueño de muchos es ver a sus ídolos en el escaparate global que es la WWE.
Sin embargo, el panorama ha sufrido una transformación total. La reciente adquisición de Lucha Libre AAA por parte de WWE lo ha cambiado todo. La pregunta ya no es quién podría saltar. Más bien, la pregunta ahora es cómo utilizará la WWE el talento que ya posee.
Psycho Clown es una auténtica institución en México. Es un luchador de tercera generación que lleva el espectáculo en la sangre. Su máscara es una de las más cotizadas y respetadas del circuito. Además, ha protagonizado batallas legendarias, como su victoria sobre Dr. Wagner Jr. en Triplemanía XXV. Su fichaje por la WWE no es una posibilidad, es un hecho confirmado.
De hecho, su despedida en la Arena Neza fue un momento muy emotivo para todos. La empresa estadounidense parece estar fascinada con su personaje. Buscan su valor de marca y su capacidad para conectar con el público. Lo ven como una pieza clave en su expansión global.
Su inmediata inserción en una trama con The Wyatt Sicks lo demuestra. No ha pasado por NXT. Ha ido directamente al roster principal, un claro indicio de su estatus.
Octagón Jr. representa una historia diferente. Él es la inversión en la sangre nueva, en el futuro del negocio. Antes de portar la máscara icónica, ya demostraba su valía como Golden Magic. Ganó campeonatos y se consolidó como una figura importante en AAA. Su firma con WWE también es una realidad.
Tuvo una aparición muy comentada durante el fin de semana de Money in the Bank. Allí se enfrentó a Dominik Mysterio, lo que aceleró su reclutamiento. Claro está, el personaje de Octagón tiene un pasado legal complicado. El dueño original del nombre ha tenido disputas con AAA. Aun así, el actual portador del manto no ha tenido problemas.
Esto ha sido crucial para que WWE diera el visto bueno. Han hecho sus deberes para asegurar una transición sin sobresaltos.
La situación de Alberto Del Río es, sin duda, la más espinosa de todas. Su historia con la WWE es una de éxito y controversia a partes iguales. Fue el primer campeón mundial nacido en México en la historia de la compañía. Ganó el Royal Rumble y el Money in the Bank. Su talento es innegable.
Sin embargo, su salida en 2014 por un altercado fue un punto de inflexión. Regresó en 2015 para un segundo acto. Pero fue despedido nuevamente en 2016 por violar la política de bienestar. Ahora, es fundamental entender un detalle. La WWE no le ha ofrecido un nuevo contrato.
Simplemente ha heredado su acuerdo contractual tras la compra de AAA. Es un activo que venía en el paquete.
El historial de Alberto Del Río es un campo de minas para cualquier empresa. Sobre todo para una que cotiza en bolsa como TKO Group. Su carrera ha estado salpicada de incidentes que representan un riesgo muy alto.
La lista de problemas es considerable y difícil de ignorar.
Debido a su pasado, Alberto es una propuesta de alto riesgo para la WWE. Parece muy improbable que lo veamos de vuelta en el roster principal. La empresa no buscaría activamente sus servicios.
Más bien, se ha encontrado con su contrato. Por lo tanto, el camino más lógico es mantenerlo dentro de la marca AAA. Allí podría seguir aprovechando su nombre en el mercado mexicano. Esta estrategia permitiría a la corporación utilizar su poder de convocatoria.
Al mismo tiempo, protegería el producto principal de la WWE de cualquier polémica. Es una solución pragmática para gestionar un activo complicado.
Al final, la respuesta a la pregunta inicial ya está dada por los hechos. Psycho Clown y Octagón Jr. no son posibilidades, son realidades dentro del ecosistema de la WWE. Sus casos son el resultado directo de una estrategia de expansión corporativa.
Alberto Del Río, por otro lado, es una herencia contractual. Su futuro dependerá de cómo la empresa decida gestionar los riesgos asociados a su figura. La adquisición de AAA ha derribado los muros entre las promociones. Ha creado un puente directo para el talento.
Para algunos, este puente es una autopista hacia el estrellato global. Para otros, como parece ser el caso de Alberto, podría ser un camino sin salida dentro de la estructura principal de la WWE.
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