Antonio Rubio - 03/01/2025
Drew McIntyre ha tenido uno de los mejores años de su carrera profesional en 2024. "The Scotish Psychopath" ha protagonizado una de las rivalidades más destacadas de WWE, ofreciendo además uno de los combates más aclamados del año: su sangrienta lucha contra CM Punk en Bad Blood.
Si bien el escocés inició el año con un objetivo muy claro, conquistar el Campeonato Mundial en un gran escenario, con el paso de los meses, esta meta perdió importancia en detrimento de su nuevo objetivo: vengarse de todos los luchadores que le han perjudicado, incluyendo a The Bloodline al completo y a aquellos talentos que los han apoyado en algún momento.
"Nunca pensé que llegaría a un punto en mi carrera en el que diría: 'Ahora mismo, no me importa el título mundial'", confesó McIntyre en una reciente entrevista concedida a Cameron Hawkins de The Ringer. "No me importa mi legado como antes, porque inevitablemente, la gente simplemente se va a olvidar".
"He recibido más reacciones emocionales que en toda mi carrera, ya sea en televisión, en Internet o con el público en vivo. Ha sido una montaña rusa emocional para Drew McIntyre este año, y al final, de eso se trata nuestra industria, de hacerte sentir”, añadió.
Tras unas semanas de ausencia (para recuperarse de su combate contra CM Punk y pasar tiempo con su familia en Escocia), McIntyre regresó a Monday Night Raw para atacar a Jey Uso y Sami Zayn. El escocés reveló su intención de acabar con todos aquellos que hayan apoyado a Roman Reigns o CM Punk, a los que señaló como los verdaderos enemigos de WWE. Tras vencer a Zayn en dos combates consecutivos, Drew se medirá al siguiente nombre de su lista, Jey Uso, en el episodio de estreno de Raw en Netflix el próximo lunes.