Zully Angeles - 21/08/2025
En un anticipo de su enfrentamiento en Forbidden Door, la más reciente edición de AEW Dynamite se convirtió en un campo de batalla para los grupos de Will Ospreay y Jon Moxley. La noche en Escocia inició con un segmento lleno de acción y sorpresas que rápidamente escaló a una guerra campal por toda la arena.
El conflicto inició con un emotiva promo de Will Ospreay, quien confesó sentir miedo por primera vez en su carrera. A pesar de no tener el alta médica para Forbidden Door, Ospreay afirmó que asumiría el riesgo por su legado y para vengarse de los Death Riders. Will luego retó directamente a Jon Moxley quien salió acompañado de los Death Riders pero antes de que estos pudieran atacarlo, JetSpeed salió al rescate de Ospreay.
El segmento dio paso a un caótico combate por equipos entre los Death Riders (Jon Moxley, Claudio Castagnoli y Wheeler Yuta) y el equipo de Hiroshi Tanahashi y JetSpeed (Kevin Knight y Speedball Mike Bailey). En el clímax de la lucha, el grupo de Ospreay logró la victoria después de una distracción con una bolsa donde supuestamente se encontraba Marina Shafir, lo que permitió a Tanahashi rematar a Yuta con el High Fly Flow.
La victoria de Tanahashi desató una batalla sin cuartel. El caos se apoderó del cuadrilátero cuando los War Dogs y los Death Riders atacaron a los ganadores, mientras que The Young Bucks se unieron a la reyerta para atacar a Ospreay en la rampa. Con la acción escalando sin control, los Death Riders se concentraron en la bolsa, buscando sacar a Marina.
Pero la sorpresa se dio cuando la bolsa se abrió, revelando a un enloquecido Darby Allin, quien se unió al asalto junto a The Opps, Samoa Joe y Shibata. La gigantesca confrontación se extendió por todo ringside y el público, con Darby Allin lanzándose en un espectacular Coffin Drop desde un balcón para sellar el increíble segmento.