Sebastián Martínez - 20/10/2025
Bubba Ray y Devon, conocidos como los Dudley Boyz o The Dudleys, se retiraron oficialmente el pasado fin de semana durante la celebración de Bound For Glory, después de perder ante los Hardys en una lucha donde el Campeonato por parejas de TNA estaba en juego.
Con motivo del anuncio, ambos tuvieron una charla con Maven en el podcast de Devon. Durante la conversación, Maven le preguntó a Devon si había experimentado racismo en los grandes vestuarios en los que había trabajado y, si bien en ECW no tuvo ese problema, en WWE sí que vivió un caso, en el que Jim Ross estaba involucrado.
"No, no lo experimenté cuando estábamos juntos, porque cuando empezamos, estábamos en ECW, y en ECW no viví eso", respondió Devon cuando Bubba Ray le insistió. "Lo experimenté en WWE, ya sabes. Lo viví con ciertos altos cargos, a los que realmente no quiero nombrar".
"Cuando alguien se te acerca y te dice que no le gustas por el color de tu piel, y tú piensas: ‘En serio Estamos en 1999 o 2000 y todavía vienes a decirme estas tonterías’ Había ciertas personas en esa organización en ese momento que pensaban que no debía decir nada, gente que tenía el poder para hundirme si lo consideraban necesario, solo porque quizá defendí lo que creía que era correcto".
No obstante, cuando Bully Ray insistió y Maven le instó a decir nombres, Devon hizo referencia al sombrero texano de Jim Ross. "Lo diré de alguna manera que se entienda. Yo no llevo un sombrero tejano ni nada por el estilo...", declaró.
Bully Ray explicó que sólo hubo una vez que ambos, como equipo, vivieron un caso de racismo, y dejó claro que fue ese, supuestamente con Jim Ross. Bully Ray comentó que recuerda muy bien ese momento porque si él no hubiera estado allí, posiblemente Devon hubiera reaccionado de algún modo que les hubiera expulsado de la compañía.
Entre 1999 y los primeros años 2000, Jim Ross no solo era la voz principal en la mesa de comentaristas de WWE, sino que también ejercía como Vicepresidente de Relaciones con el Talento. Desde ese cargo tenía una influencia directa en la contratación, el desarrollo y la gestión del roster: evaluaba rendimientos, supervisaba renovaciones y era interlocutor habitual en asuntos internos del vestuario. En la práctica, era una de las figuras con más peso en la oficina de la compañía.