Sebastián Martínez - 05/12/2025
Desde hace años, la imagen del aficionado con camiseta verde, conocido como Superfan Smilez, sentado en primera fila en casi todos los eventos premium de WWE se ha convertido en parte del paisaje. Esa presencia constante alimentó todo tipo de leyendas: desde acuerdos ocultos con la empresa hasta supuestos privilegios tras un incidente legal nunca confirmado.
El tema salió a la luz en Impaulsive, cuando Logan Paul preguntó directamente al presidente de WWE, Nick Khan, si era cierto que el fan recibió asiento vitalicio en primera fila después de haber sido golpeado accidentalmente en un show y evitar así una demanda. La teoría llevaba años circulando en foros y redes sociales.
"Definitivamente no”, respondió Khan. "Él paga por sus asientos. Paga una tarifa premium a través de On Location, y por eso está siempre en primera fila".
Con esa frase, Khan desmontó de un plumazo una de las teorías más extendidas entre los seguidores: la idea de que el aficionado disfrutaba de un pase secreto o un acuerdo interno con WWE. Nada más lejos. No hay cláusulas especiales, ni indemnizaciones, ni trato VIP encubierto. Solo un fan con dedicación... y un presupuesto considerable.
Algunos fans están dispuestos a invertir grandes cantidades para vivir el espectáculo desde la primera fila, evento tras evento, ciudad tras ciudad. Ya ocurrió con otros seguidores en el pasado. No hay misterio corporativo, solo un fan que quiere estar lo más cerca posible de la acción y paga lo necesario para lograrlo.