Sebastián Martínez - 08/12/2025
El retiro de John Cena ya está a menos de una semana y una de las voces más respetadas del negocio ha querido darle su bendición. Sting, icono absoluto y actualmente en la recta final de su carrera en AEW, habló en Going Ringside sobre la despedida de Cena y no dudó en mostrarle todo su apoyo.
Para Sting, el 17 veces campeón mundial deja un legado incomparable, y su transición fuera del ring es motivo de celebración más que de nostalgia. “Gloria a John. Es uno de los más grandes de todos los tiempos. Estaré animándole. Espero que sea fenomenal. Estoy seguro de que lo será.
El Stinger añadió que siempre anima a los veteranos que siguen desafiando las expectativas, comparando el momento de Cena con atletas como Aaron Rodgers que siguen empujando límites a pesar del paso del tiempo.
Cabe recordar que Sting compartió ring con John Cena en una ocasión, en uno de los pocos combates que disputó en WWE. Formó equipo con Cena para enfrentar a Big Show y Seth Rollins en Monday Night Raw. El combate terminó con victoria para los buenos, cuando Sting aplicó el Scorpion Deathlock sobre Rollins.
Más allá de Cena, Sting abrió la puerta a una reflexión profunda sobre su propia carrera y sobre las compañías por las que ha pasado. Tras décadas en WCW, TNA y WWE, el legendario luchador confesó que AEW fue el lugar donde realmente sintió que encajaba en esta etapa final.
“Todas son diferentes”, explicó. “Pero lo que me gustó de AEW es que sentía que era mi marca. Simplemente se sentía como casa para mí”.
El luchador también dedicó palabras muy especiales a Tony Khan, a quien atribuye por completo su última e inesperada etapa dentro de los cuadriláteros. Describió al presidente de AEW como un líder que le proporcionó apoyo, libertad creativa y un trato excepcional. “Fue el mejor. Me trató como oro de principio a fin. Si no fuese por Tony, no habría tenido el run que tuve”.
Sting, cuyo legado atraviesa múltiples generaciones y empresas, también reveló qué rivalidad marcó definitivamente su carrera. Cuando se le preguntó cuál fue su rivalidad más importante, no lo dudó ni un instante: Ric Flair.
Recordó dos fechas clave que cambiaron su vida profesional. La primera, marzo de 1988, cuando su empate en el Clash of the Champions lo convirtió en una estrella al nivel de main event. La segunda, julio de 1990, cuando finalmente derrotó a Flair para conquistar su primer campeonato mundial.
“Él me puso en el mapa”, declaró. “Marzo del 88 fue mi primer combate titular y el que me lanzó. Y en julio de 1990 gané mi primer título mundial”.
Mientras Sting se despide gradualmente del ring y Cena termina su tour de despedida, dos eras legendarias convergen en un momento donde ambos reciben el reconocimiento que merecen. El Stinger, que sabe lo que significa cerrar un capítulo, parece tener claro que Cena está haciéndolo del modo correcto: con respeto, grandeza y un legado ya grabado en la historia.