Sebastián Martínez - 23/12/2025
Durante buena parte de 2025, existió una posibilidad real: que el WWE Draft se emitiera en ESPN. Fuentes consultadas por WrestleVotes confirmaron que la cadena deportiva mostró interés en llevar el evento a su plataforma, lo que habría supuesto la mayor exposición mediática del draft desde su creación. Sin embargo, la idea no tardó en venirse abajo.
El principal obstáculo fue el propio formato de WWE. La estructura actual de sus programas, el ritmo narrativo y la forma en que se integran los cambios de roster chocaban directamente con el tipo de emisión que ESPN quería ofrecer. La idea de llevar el draft a un evento premium tampoco encajaba con la filosofía interna de la compañía.
ESPN quería tener el draft en su plataforma, pero no funciona como PLE. El draft es algo de Raw y SmackDown. Lo que WWE ofrece y lo que ESPN quiere enseñar no terminan de casar.
Además del problema logístico, existe un trasfondo más profundo: el propio Draft podría estar perdiendo relevancia. WWE ha reforzado su sistema de ascensos desde NXT y, según WrestleVotes, cada vez se ve menos necesaria una gran noche de redistribución anual.
La ausencia de Draft en 2025 ya había levantado sospechas entre los fans, y con 2026 a punto de comenzar, no hay indicios de que la compañía vaya a anunciar un nuevo evento. La sensación interna es que podría desaparecer más pronto que tarde, dando paso a un modelo dinámico donde los movimientos entre marcas ocurren de forma natural durante el año.
El WWE Draft es un mecanismo creado por la compañía para dividir su plantilla en marcas diferenciadas -principalmente Raw y SmackDown- y redistribuir a los luchadores entre ellas. Su origen se remonta a 2002, cuando WWE implantó por primera vez el sistema de “brand split” tras la compra de WCW y ECW. La empresa necesitaba organizar a un roster inmenso y decidió celebrar un draft televisado que simulaba un proceso de selección deportiva: cada marca escogía talento para construir su propia identidad y competir en audiencia, impacto y storytelling.
Con el paso del tiempo, el Draft se convirtió en un evento recurrente, a veces anual, a veces esporádico, que servía para refrescar historias, mover a las superestrellas entre marcas y abrir nuevas etapas creativas. Sin embargo, su importancia ha variado según la era. Hubo periodos donde la sepración de marcas se relajó y el Draft perdió peso, y otros donde WWE lo utilizó como un gran espectáculo televisivo capaz de cambiar el panorama de un día para otro. En los últimos años, el crecimiento de NXT como territorio de desarrollo y la mayor flexibilidad entre marcas han reducido la necesidad de un gran draft anual, llevando a que su continuidad esté más cuestionada que nunca.