Sebastián Martínez - 25/12/2025
Dwayne “The Rock” Johnson ha desvelado uno de los capítulos más dolorosos de su vida: la ruptura emocional que vivió con su padre, Rocky Johnson, semanas antes de su fallecimiento. Durante su conversación en Artist Friendly con Joel Madden, Johnson abordó sin filtros el tipo de heridas que ni el éxito, ni la fama, ni la fortaleza pública pueden ocultar.
Según relató, todo comenzó en Navidad de 2019 con una de las discusiones más duras que habían tenido jamás. Un estallido emocional que derivó en silencio, y en la imposibilidad de reconciliarse a tiempo. "Fue una pelea enorme, una de las peores que tuvimos, por una estupidez”, recordó. Un mes después, Rocky Johnson falleció sin que ambos hubieran retomado el contacto.
Lo que más le pesa a The Rock es haber ignorado una llamada de su padre días antes de su muerte. Él estaba en un partido de su hija y pensó en devolverle el mensaje más tarde. Ese “más tarde” nunca llegó. Desde entonces conserva su número en favoritos y guarda un último buzón de voz, pequeños anclajes a una figura tan influyente como compleja.
Sin embargo, lo que más sorprendió a Johnson no fue el arrepentimiento, sino la inesperada sensación de cercanía que le invadió tras el fallecimiento de Rocky. "Algo cambió cuando murió... siento que estamos más cerca que nunca", confesó. Para él, ese vínculo espiritual se convirtió en una forma de reconciliación silenciosa, un cierre que no llegó en vida, pero sí en la memoria.
A pesar del conflicto, Johnson valoró que sus últimas palabras fueran de cariño mutuo y reconoció que esa despedida emocional ha reconfigurado la manera en que comprende su propia identidad. "Creo que llegamos a un buen lugar", afirmó, subrayando que, más allá de los éxitos, la pérdida le recordó algo fundamental: ninguna conquista profesional puede sustituir a la conexión auténtica con quienes queremos.