Sebastián Martínez - 26/12/2025
Matt Hardy ha arrojado nueva luz sobre una de las relaciones más tensas y comentadas de la historia interna de WWE: el complicado vínculo entre Vince McMahon y Jim Ross. En su podcast The Extreme Life of Matt Hardy, el excampeón por parejas explicó que, lejos de ser simples roces creativos, existía una dinámica tóxica en la que McMahon parecía disfrutar colocando a JR en situaciones incómodas.
Las declaraciones llegan días después de que Ross explicara que parte de la enemistad de McMahon venía, según él, de los celos. Ross afirmó que Vince nunca aceptó que él fuera un mejor locutor de play-by-play, ni le dio crédito suficiente por su papel en la construcción del roster durante la Attitude Era.
Hardy, quien junto a su hermano Jeff fue reclutado por Ross a finales de los noventa, aseguró que la actitud de McMahon hacia JR era consistente y deliberada: "Vince tenía una especie de fijación con poner a la gente en posiciones que les resultaran incómodas. Y en cierto modo se alimentaba de eso. Con JR lo hacía constantemente".
Según Hardy, McMahon utilizaba una filosofía que mezclaba crecimiento personal con abuso emocional. Cuando alguien mostraba debilidad o rechazo, McMahon intensificaba la presión.
Si veía que algo te incomodaba de verdad, lo empujaba más fuerte. Y sí, a veces decía que salir de la zona de confort te hace crecer... pero creo que en muchas ocasiones fue abusivo. Y Jim Ross fue de los que más lo sufrió.
La rivalidad llegó incluso a la televisión, como sucedió en el infame segmento del “Kiss My Ass Club” en 2001, donde Ross fue públicamente humillado. Fuera del foco, JR desempeñaba un rol clave como jefe de relaciones con el talento, adelantándose a su época al apostar por luchadores jóvenes, atléticos y con potencial. Hardy recalcó que, sin Ross, la rivalidad histórica entre The Hardy Boyz y Edge & Christian jamás habría existido.
Un vínculo marcado por el poder y la vulnerabilidad
Hardy definió la relación McMahon-Ross como "una especie de rivalidad rara", alimentada por la percepción de vulnerabilidad de JR y el gusto de McMahon por poner a prueba a quienes no encajaban en su molde de personalidad.
McMahon abandonó WWE en enero de 2024 tras una demanda federal por abuso físico y emocional, agresión sexual y tráfico sexual. El caso sigue abierto, y tanto WWE como McMahon continúan implicados legalmente.