Zully Angeles - 27/12/2025
WWE celebró esta noche la última edición del año de Friday Night SmackDown, la cual contó con un importante cambio titular y grandes combates. Entre lo más destacado de la velada, Cody Rhodes y Drew McIntyre protagonizaron un nuevo y tenso altercado, donde finalmente se confirmó que se enfrentarán en una brutal lucha Three Stages of Hell por el Campeonato Indiscutido.
El segmento final comenzó con un Drew McIntyre inusualmente tranquilo, quien aceptó disculparse con el árbitro agredido para obtener su oportunidad titular. Sin embargo, la disculpa fue una trampa psicológica: el escocés se burló de la vida personal del oficial y sugirió que su esposa preferiría tener a un hombre como McIntyre a su lado. Luego la tensión estalló cuando el Campeón Indiscutido de WWE, Cody Rhodes, irrumpió en el ring para frenar los insultos, solo para ser recibido con provocaciones directas sobre sus hijas y su familia.
Con los ánimos encendidos, McIntyre reveló que hará de la vida de Cody un infierno en una lucha 3 Stages of Hell que tendrá lugar en Berlín. El momento más impactante de la noche ocurrió cuando Drew cruzó la línea personal, diciéndole a Rhodes que cuando lo envíe al infierno, le dé saludos a su padre, el legendario Dusty Rhodes.
La rabia cegó al campeón, quien en su intento por atacar al escocés, terminó golpeando al General Manager Nick Aldis para liberarse de las restricciones. Ese breve momento de caos fue la oportunidad perfecta para McIntyre, quien conectó una fulminante Claymore Kick sobre un Rhodes fuera de control. El show cerró con una imagen de total humillación: Drew posando con el cinturón sobre el cuerpo noqueado de Cody, para después arrojárselo con desprecio.