Una de las finalidades más importantes si no la más importante del wrestling como espectáculo es el provocar una reacción deseada al público, la combinación de acción física en un combate en vivo con una historia de fondo se presta a los encargados de mostrar su producto para la posibilidad de generar interés en sus seguidores jugando con sus emociones bien sea sorprendiéndolos, entreteniéndolos o dándoles cuanta acción fuera posible. Valiéndose de esto en el wrestling siempre hay un momento para todo, desde lo más serio hasta lo más hilarante.
Si hablamos del aspecto hilarante no es raro encontrar tanto en funciones en vivo como en programas de televisión semanales algún elemento de comedia en el deporte-espectáculo, desde la era de los noventas este recurso ha sido bastante común e incluso ha sido el causante de la conexión del wrestling con nuevos fanáticos. Sin embargo como todo en la vida este no logra escapar de las fallas y han sucedido (alguna veces con más frecuencia de lo que nos gustaría admitir) momentos en los que en lugar de contagiar risas se siente vergüenza, sin embargo esta vergüenza no es con el wrestling ni el hecho de ser seguidor, esta vergüenza que muchos de nosotros hemos sentido es aquella que se siente luego de momentos incómodos, momentos en los cuales no se ven sentido alguno, absurdos y que sencillamente quisiéramos borrar de nuestra memoria. Estos momentos han hecho que el uso del recurso de la comedia sea criticado y ha creado un dilema sobre cómo debe limitarse, si debe limitarse, o si es solo una cuestión de puntos de vista, después de todo debemos recordar lo antes dicho que este es un recurso común y que a pesar de la crítica se ha hecho algo natural en el wrestling que al ofrecer entretenimiento debe buscar la manera más efectiva de lograr una conexión con el espectador para provocar una reacción como también lo mencionamos antes.
Cualquiera con una visión limitada del wrestling pensaría que es algo de solo puños y patadas y totalmente serio hasta saber de un segmento donde un travesti practico una felación a Mark Henry, de la misma manera cualquiera podría pensar que en el wrestling el esfuerzo de quienes lo practican se premia hasta enterarse que David Arquette fue campeón mundial de la WCW sin entrenamiento alguno, o también que estos que la practican son todos atletas de un buen nivel físico y gran profesionalismo que siempre se exiguen al máximo en un combate parejo hasta ver a Hornswoggle vencer a Chavo Guerrero sin mayor esfuerzo una y otra vez. La vergüenza que se siente en estos casos no aplica solo para segmentos planeados, también sucede en el caso de personajes que resultan de mal gusto o que a pesar de causar un buen efecto se llevan mayor protagonismo del debido y no logran el cariño mas allá de los fanáticos habituales, también de los errores que se cometen durante un combate que dejan ver lo coreografiado del mismo, o de cualquiera que aplique en el que hemos tapado nuestros ojos queriendo escapar de lo que vemos; otros ejemplos perfectos serian el Montreal screwjob, o el evento estelar de Starrcade de 1997.
Pero aun así tras preguntarnos ¿la lucha debe de ser estrictamente seria? La respuesta sigue siendo un rotundo no, el intentar esto nunca ha servido por la sencilla razón de que así no funciona la lucha, Vince Russo estaría gritando “Its all about the character!” mientras Jim Cornette gritaría “Its all about the match!” y así podríamos pasar horas y horas y la realidad es que el wrestling necesita manejarse con profesionalismo pero al final del día al ser algo guionizado que debe cumplir con el deber de presentar una historia en cada evento o episodio necesita de estos recursos que están fuera de lo convencional para llamar la atención de la gente y no encerrarse en un circulo repetitivo en el que se entretengan de la misma manera a las mismas personas, al no aplicar estos recursos no solo se pierde a posibles fanáticos sino también a quienes ya lo son. Por ejemplo, un segmento muy común en el wrestling televisado es la firma de un contrato entre los participantes de un futuro combate, el historial de estos segmentos nos hace pensar que durante este pasaran cosas como un careo entre los participantes, la intervención de un tercero, el anuncio de una estipulación, entre otras, pero si nada de esto u otro suceso llegase a pasar y solo fuese una simple firme de contrato sin más ni menos el segmento no sería aburrido, sino lo siguiente, y perdería totalmente la atención del público; esto nos hace confirmar no solo la necesidad de estos recursos sino también demuestra una adaptación que ha tenido el fan de wrestling a lo que ve durante los años.
Hemos sentido vergüenza si, mas sin embargo nunca del wrestling, hay un momento para todo y por tanto siempre habrá espacio para tomar las cosas con total seriedad y para disfrutarlas de la manera más extrovertida, el punto de controversia siempre estará en no permitirnos sentir vergüenza pero también evitar que haya momentos que la provoquen, hay buenos ejemplos para ambos extremos de la actitud del producto como lo es el caso CHIKARA o ROH en HDNET, simplemente como “jueces” de lo que vemos estamos en la obligación de exigir profesionalismo junto a la acción y el entretenimiento que se nos da. Gracias por su atención.
Walter Rosales
Redactor Solowrestling