El fenómeno y moda de los programas de realidad es relativamente nuevo. Desde el siglo pasado se manejaba la posibilidad de grabar las acciones diarias del individuo para su estudio, al enfocarse en el deseo de conocer la intimidad de un sujeto o grupo de personas en una misma área, la televisión comercial encontró un nicho comercial que trajo ingresos sobresalientes. La novela 1984 de George Orwell previó una sociedad a la que muchos analistas dan como realidad. La venta de esta novela en formato impreso y digital ha tenido un incremento importante en Estados Unidos, más que ser usado como material académico entre adolescentes, es una explicación al mundo que viven millones de personas diariamente.
Una de las mejores cintas en la carrera del comediante Jim Carrey, The Truman Show, muestra a un individuo cuya vida es presentada como programa de televisión desde su nacimiento. El furor inicial de franquicias como Big Brother se dio por juntar a personas que personalidades variadas a convivir en un entorno cerrado con luces fuertes y colores que alteran el sistema nervioso. Hechos como peleas, insultos y sexo sin complicaciones eran más que predecibles. Vinieron los programas para retratar famosos. Ozzy Osbourne pasó de un dios del metal a un apacible hombre de familia con un lenguaje repleto de groserías y secuelas de adicción a las drogas.
Siendo un icono de la lucha estadounidense, Hulk Hogan y familia tuvieron su propio show llamado ´Hogan Knows Best´ con producción del canal VH1. El gran éxito del programa le cobró una fuerte factura a la familia. Hulk y Linda se divorciaron; Nick, su hijo, fue a prisión por homicidio culposo tras un aparatoso choque. Aderezado esto con el estancamiento de Brooke en su carrera como cantante. Durante el proceso de separación, Linda argumentó que la grabación dio pie a las diferencias irreconciliables con el miembro del salón de la fama en WWE.
A principios de año, se comenzó a rumorar el lanzamiento de un reality show teniendo como estrellas principales a las divas de WWE. El producto estaría a cargo del canal E Entertaiment. Bajo el slogan de ´Pop of culture´, la elección parecía ideal. Buscando que el show fuera más interesante, se eligieron a damas de cierto renombre en la empresa: las gemelas Bella, Natalia, Trinity y Ariane. En contraparte, sería plataforma para dos nuevas chicas en formación para unirse a la plantilla principal, Jojo y Eva Marie. Desde la publicidad antes del estreno con el accidente de vestido en una de las Bellas, el show dio y ha seguido ofreciendo material para comentar.
Primero, como producción, el show es bueno. La gente de cámaras, fotografía, audio y edición realizan bien su trabajo. En el primer programa vemos como la bella joven Eva Marie decide cambiar su imagen por un cabello rojo fuego. Su actitud y belleza le dieron pase directo a tener su incursión en la revista Maxim. De las estrellas conocidas vimos sus romances con parte del roster de la empresa como Tyson Kidd, Bryan, Cena, etc. Inclusive se edifica una historia alrededor sobre los defectos y virtudes de los pretendientes de cada hermana Bella que culmina con la lucha de ambos en Summerslam. Parte de lo que será la segunda mitad de la primera temporada abarca como vivieron las Bellas el duelo en backstage sumado al proceso de recuperación de Cena luego de la intervención quirúrgica en su codo.
¿Dónde radica el encanto del show que ha dado, salvo excepciones, buenos ratings? En lo mismo que otros programas de realidad, mostrar a personas con trabajos fuera de la común en situaciones habituales. Claro, la esencia de show no se pierde. Durante la última emisión Ariane sufre un dolor en el estómago donde el collarín estuvo a punto de salir. "Nadie conoce el sufrimiento ajeno" reza una frase, pero su atención médica raya en lo exagerado. Familiares de la amplia familia Hart, Bret o Jim Neidhart se apartan de las cámaras. Los focos principales son las damas, ellos lo comprenden.
Hace tiempo que la división femenil en WWE no figura. Aún TNA con sus altibajos le da mayores reflectores a sus damas. Los enfrentamientos entre AJ Lee y Kaitlyn sobresalen por la calidad superior a lo cotidiano en la empresa. Sus luchas palidecen si se compara con el match Gail Kim vs Taryn Terrell que fue una de las gratas sorpresas en Slammiversary.
De todas las participantes del show, la única que cubre el concepto de luchadora es Natalya. Pueden checar una lucha en la escena independiente de ella contra Amazing Kong (Kharma en WWE) donde se aplican una serie de suplex alemanes una a la otra que evoca las luchas de Benoit vs Angle.
Reconozco que
el show, sin que seas amante del wrestling, te logra enganchar. La edición de las luchas entre las participantes muestra sus duelos como si acontecieran en Shimmer o una empresa japonesa. Si no han visto el programa, los invito a darle una oportunidad. No esperen ver a Vince regañando a las novatas o pláticas de análisis político sobre la intervención en Siria. El show está diseñado para conseguir audiencia y, al final, logra su meta.
Twitter: amazigblack23