Cuando hablamos de wrestling y mencionamos el apelativo “The Undertaker”, no estamos hablando de algo insignificante; con 24 años de trayectoria –convirtiéndose en la actual superestrella del roster con más tiempo en la compañía– Taker logró 4 campeonatos de la WWE, 3 títulos de pesos pesados, una victoria en el Royal Rumble como fue la del 2007, 6 conquistas de los títulos en parejas y una ostentación como campeón hardcore. Y como si fuera poco, como la frutilla del postre, Undertaker cuenta a su favor con la racha más importante de la historia de esta industria: 21 victorias en Wrestlemania, el mejor escenario de todos, y una sola derrota.
Brock Lesnar es el 1 detrás del 21. Brock Lesnar es la única mancha en 22 años, 22 combates, 22 victorias. Brock Lesnar es quien se dio el gusto de darle a conocer a Undertaker lo que significa perder en el show de los inmortales. Brock Lesnar logró lo que Triple H no logró en tres ocasiones, lo que Shawn Michaels en dos y lo que ni Ric Flair, ni Diesel, ni Edge, ni Kane, ni Jimmy Snuka, ni Batista, ni Randy Orton, ni muchos otros luchadores de renombre pudieron. Brock Lesnar es quien nunca más debería perder.
Cada uno verá a su manera el hecho de que The Beast haya sido quien puso fin al 21-0, pero lo hecho, hecho está. En lo personal me gustó la decisión de dar fin a algo de tal magnitud y más que nada por la forma en que se dio, ya que nadie esperaba algo así. Decirnos que Lesnar iba a ganar limpiamente a Taker en Wrestlemania antes del evento, era lo mismo que nos afirmaran que Chris Benoit entraría al Hall Of Fame o que John Cena se volvería heel, pero ocurrió.
Algo positivo en que todos estaremos de acuerdo es que esto nos hizo recordar, después de tanto tiempo, una vez más, de que en WWE nunca sabes lo que puede ocurrir.
Lo cierto es que el trabajo de Undertaker en los últimos años se limitó a sus combates en Wrestlemania y unas pocas fechas post-PPV por sus problemas con las lesiones. Lo cierto también es que la racha fue el centro de las escasas apariciones de Undertaker en los últimos años, y el hecho de que ésta haya terminado despierta muchas sospechas sobre el futuro de esta leyenda viviente.
Muchos desean con ansias su enfrentamiento de ensueño contra Sting, una lucha que siempre ha estado a la distancia y, aunque los rumores siempre la sacaban a relucir año tras año, nunca estuvo tan cerca como ahora. Muchos se quedarán con las ganas, pero a esta altura del partido no creo que el combate deba disputarse porque más de una persona probablemente quedaría desilusinada. Por nada en específico además de porque ambos están en el peor estado físico de sus carreras y no es para menos debido a sus edades.
Desde otra perspectiva podríamos decir que, si The Rock encabezó dos Wrestlemanias seguidos en el estado en el que está, por qué no estos dos, por lo menos en un Summerslam. Yo diría adelante, pero ya no creo que sea lo mismo que pudo ser hace dos o tres años atrás y ya no creo que pueda volver a serlo.
Suena con fuerza que puede retirarse, pero no algo de que se pueda confirmar. De no ser ese el caso y si de mí dependiese, le daría un último año como campeón absoluto para que, tras defender satisfactoriamente el título, pueda perderlo contra The Next Big Thing (que lo dejo a vuestro criterio… pero, ¿por qué no Kane?) en el 31 aniversario de la vitrina de los inmortales y terminar allí con una de las mejores trayectorias de todos los tiempos, sino la mejor.
Gracias por vuestro tiempo y seguid disfrutando del buen wrestling.
