KICKOFF:
Rusev Day (Rusev y Lana) vs. Andrade “Cien” Almas y Zelina Vega.
Combate corto, frio y sin alma, en el que los mexicanos trataron de meter a la grada con sus poses y provocaciones y los europeos con sus gritos, pero al que perjudicó en exceso una posición tan temprana en la noche. Apenas había público, no se jugaban nada y fue una pelea discontinua en la que no hubo nada a destacar. Los chicos estuvieron a un nivel decente, pero sin apenas tiempo para sacar sus cualidades a relucir. Una lástima para ambos, ya que la progresión de Andrade se ve un poco estancada en un lugar tan recóndito como este y la pérdida de status de Rusev es notable, pese a no ser el derrotado directamente.
En cuanto a las chicas, fueron más protagonistas que ellos al llevarse el foco final y el desenlace del match, pero el nivel que ofrecieron fue bastante pobre. Especialmente el de Lana, que dominó a Zelina la mayoría del tiempo en el que pelearon, pero sin hacerle apenas daño, con una ofensiva poco llamativa y algún que otro error. Vega consiguió el triunfo, pero apenas tuvo resistencia de la rusa, lo cual la deja en buen lugar pero sin ser algo muy vistoso. Hubiera sido mejor la victoria de Almas, pero claro, el sacrificado en ese caso debería haber sido el búlgaro, lo cual viendo el nivel de su esposa, sería un crimen para él. Al final, resultado correcto y match de transición del que poco se podía sacar, que no mejora ni empeora demasiado a nadie al estar bastante opacado por el resto del evento.
Nota: 4
Campeonato del peso crucero.
Cedric Alexander (c) vs. Drew Gulak.
El mejor combate del preshow, rápido, dinámico, con historia y con calidad, además de con movimientos aéreos y spots llamativos propios de los cruiserweights. Los estilos que ambos mostraron fueron contrapuestos, con un Gulak más técnico y un Alexander más espectacular, alejándose del clasicismo de su adversario. Los dos tuvieron sus opciones y se vendió igualdad, con fases de dominio alternativas que terminaron con la cuenta a favor de Cedric. Quizás esto fue lo peor de la lucha y es que aunque el campeón sea un wrestler creíble y muy atractivo en sus actuaciones, creo que es necesario un cambio de poseedor del título en el show morado. Drew representa un estilo más sobrio y comprendo que para el público de los PPV, lo que se busque en los cruceros sea un spotfest sin muchas pretensiones, pero 205 Live ha evolucionado y es mucho más que eso.
Realmente, Alexander no es solo un luchador aéreo llamativo, teniendo más profundidad, al igual que Gulak al que si no encorsetan en ese gimmick puede ofrecer también una versión parecida a la del campeón. Pero en ocasiones parece que los matches de PPV solo se enfoquen en la espectacularidad y la empresa confíe ciegamente en el spot de turno de Cedric y por eso lo mantenga con el cinturón. En fin, que hay mucho más y para quien verdaderamente esté interesado en evolución de historias, combates más largos y completos y luchas muy dinámicas y con profundidad, les animo a que vean 205 Live, que es una representación mucho mejor de lo que estos chicos pueden llegar a ofrecer que diez minutillos entre anuncios y cortes publicitarios en los que casi nadie les presta la debida atención.
Nota: 6
Campeonatos por pareja de Raw.
B-Team (Bo Dallas y Curtis Axel) (c) vs. The Revival (Scott Dawson y Dash Wilder).
Combate flojo y que representa la pobreza de la división por parejas del show rojo. De los títulos medianamente importantes fue el único relegado al preshow y con razón. Solo hubo reacción al final, con la victoria de B-Team y uno ya no sabe si es porque a la gente le gustó su triunfo o porque se alegraban de que acabase la lucha y por fin fuera a comenzar el PPV. Apenas 5 minutos en los que no se vió nada especial. Absolutamente nada. Alguna pequeña trampa, algunos movimientos combinados, relevos que se pretendían vender con un drama que no tenían y un triunfo sorpresivo que mantiene a Dallas y Axel invictos en un reinado que se está tornando deprimente.
Como segmento cómico puede valer algún que otro día, pero fundamentar un reinado en el mismo bookeo y llevarse por delante el push a conjuntos que merecen una mayor exposición no es la mejor manera de salir del hoyo. Ni siquiera aparecieron otros equipos y las mejores balas se gastaron en Raw, cuando Matt y Bray formaron parte de la triple amenaza titular del pasado lunes. Un espectáculo ramplón, bastante olvidable y que no levanta el vuelo de una división que cada vez está más lejos de ser relevante en WWE. Y con el resultado que se produjo, pues tendremos más de lo mismo durante otro periodo de tiempo más. Al menos no hicieron ningún error destacable, algo es algo.
Nota: 1
SUMMERSLAM 2018:
Campeonato Intercontinental.
Dolph Ziggler (c) vs. Seth Rollins.
Buen combate, que cumplió con creces como opener de la cartelera principal y que tuvo un resultado interesante para abrir nuevas puertas de cara al futuro. La lucha tuvo dos partes bastante diferenciadas, con un comienzo lento, de tanteo, en el que ambos midieron sus fuerzas mientras la atención se compartía con la presencia de los ayudantes en ringside y una segunda parte más intensa donde el ritmo creció de manera exponencial. Los primeros minutos no fueron malos, pero si algo lentos, dando paso a una fase en la cual había un dominio alterno, pero más basado en la contundencia de los golpes, con spots muy dosificados, que en la velocidad y la continuidad de esos ataques.
La historia se cocía a fuego lento y el papel de Ambrose y McIntyre parecía que podría ser decisivo, aunque en esos instantes fuera testimonial. En la parte final, los dos mejoraron sus prestaciones, sobre todo Seth, enlazando secuencias muy bien ejecutadas y consiguiendo esa reacción esperada por el idilio que tiene con la grada. Ziggler se defendió bien y, gracias a las distracciones originadas por Drew, que atacó a Ambrose contra las escaleras del ring, parecía que iba a poder retener. La emoción aumentó, aderezada por la épica de la sangre en el rostro de Rollins (sobraban los guantes del árbitro, pero es lo que hay en esta época), las ganas de venganza de Dean sobre el escocés y la realización de varios nearfalls tanto por parte de Seth como de Dolph.
Al final, victoria que me parece correcta, por el nivel de Rollins y las posibilidades que se abren en su relación con Ambrose. Me da pena por la falta de continuidad de Ziggler con el cinturón y por McIntyre, al que hubiera elegido para portar el título de manera transitoria en vez de a Dolph si es que no va a haber rivalidad entre ellos por el IC. Las intervenciones estuvieron bien dosificadas, no aportaron demasiado, pero tampoco molestaron y la grada reaccionó convenientemente, por lo que todos contentos, aunque este no es el mejor match que han tenido Ziggler y Rollins en una storyline que ha ido subiendo de intensidad durante estas semanas, pero no así en cuanto al nivel de lucha, el cual se ha mantenido constante o ha sido ligeramente inferior que en los comienzos del enfrentamiento.
Nota: 7,5
Campeonato por parejas de SmackDown.
Bludgeon Brothers (Harper y Rowan) (c) vs. The New Day (Big E y Xavier Woods).
Combate con gran desarrollo y mal final. El resultado es correcto, pero la forma de escenificarlo creo que es innecesaria y deja mala sensaciones. No esperaba demasiado del desarrollo del match, pero New Day son un seguro de vida. Es cierto que cansa ver como reciben muchas oportunidades, pero una vez vistos sus combates, es difícil reprocharles nada. Big E es un luchador muy potente capaz de ejecutar movimientos poderosos con gran credibilidad y tiene una agilidad increíble, que ya ha demostrado muchas veces. Xavier, por su parte, tiene un personaje escurridizo, pero muy versátil, que se puede adaptar a luchas más técnicas, pudiendo aplicar movimientos aéreos o soportando castigos muy duros de manera aceptable. Ayer comenzaron siendo ampliamente dominados, en una fase en la que los Bludgeon Brothers lucieron como bestias imponentes. Harper hacía que sus periodos de lucha fueran mejores que los de Rowan, pero en líneas generales, no se hacía pesado ese control.
No obstante, la pelea subió de nivel cuando las fuerzas se igualaron, los faces se zafaron de varias cuentas y consiguieron tomar las riendas de la lucha con gran apoyo popular. Poco a poco la previsibilidad se tornaba en emoción y las alternativas y el dinamismo beneficiaban a todos, incluidos a los campeones que podían mostrar más cosas que de costumbre. Y en esas estábamos cuando Rowan provocó la descalificación de su equipo a base de martillazos. Resultó un final frio y anticlimático, el cual denota inteligencia por parte de los heels, ya que cuando se vieron en dificultades, prefirieron la vía fácil y retener de modo sencillo, más allá de cuestiones éticas. Pero a la vez, no los deja en buen lugar, ya que parece que cuando no pueden aplicar su característica contundencia, se ponen nerviosos y no son capaces de modificar su actuación para buscar otras alternativas. Quizás no sea lo mejor para un gimmick tan bestial como el que tienen. Fue algo innecesario y que protege a unos New Day que tampoco necesitaban esa protección. Final feo para un match que se estaba poniendo muy interesante.
Nota: 5