Jey Uso se coronó vencedor de la última batalla real de Royal Rumble, un resultado que ha generado una gran controversia en las redes sociales y aquí mismo, en Solowrestling.
Su victoria creó un clima hostil en un sector determinado de Internet, pero eso no se ha visto reflejado en los recintos en los que WWE ha llevado a cabo sus shows. Tampoco en el último Raw, y tampoco en lo que viene siendo una parte de importante de la fanaticada de WWE en las redes sociales, sobre todo en Estados Unidos. Entonces, ¿qué está pasando?
Jey Uso debutó en WWE en el año 2009 y se ha convertido en uno de los veteranos del vestuario. Ha tenido una increíble carrera en el roster principal como tag team, y ha conseguido desligarse de esa etiqueta con mucha maestría, algo que no todos consiguen (véase el caso de Montez Ford como el más reciente). Jey consiguió un personaje propio, que considero que es lo más difícil de todo, sobre todo con sus antecedentes, y ha llegado a un punto en el que no sólo puede ser campeón midcard, sino que puede aspirar a mucho más.
La conexión con el público desde su paso a Raw ha sido bestial. No recuerdo un caso cercano de un luchador que genere tantas veces una reacción así en escenarios parecidos. Lo tiene todo para triunfar, pero también muchos ingredientes para ser odiado.
Y me explico, pero antes recuerdo que esto es un artículo de opinión. Jey Uso es un producto, no es un "luchador" de wresling rudimentario. Sabe manejarse muy bien ante las cámaras, tiene carisma y se defiende en el ring, pero no es un prodigio técnico de la lucha libre. Eso podría definir perfectamente por qué hay tanta gente que lo odia y tanta gente que lo ama a la vez.
Aunque hay un añadido más, y es las posibilidades que hubo en la batalla real de Royal Rumble. Si la intención era sorprendernos, WWE jugó muy bien sus cartas. Colocó a cuatro luchadores potencialmente ganadores para desviar la atención y colarnos a Jey Uso. El problema fue que había mucha elección. Si CM Punk hubiera ganado, si Seth Rollins lo hubiera hecho, Si John Cena...si Roman Reigns. Cualquiera de esas cuatro opciones me hubiera dejado satisfecho, aunque este año Rollins hubiera sido en menor medida. En definitiva, había mucho dónde elegir, pero WWE decidió hacer otra cosa.
La opción de escoger a Jey Uso demuestra que WWE está en un gran momento, porque tiene dónde elegir, y se permite el lujo de descartar a grandes estrellas para seguir creando otras nuevas, que es seguramente la verdadera intención de la empresa con este movimiento.
Creo que hasta aquí, la mayoría estaremos de acuerdo. El problema reside en la decisión y en la imagen del producto. Jey Uso representa la versión más diferencial de WWE, más comercial y menos tradicional. Y con tradicional no quiero referirme a "viejo" o a algo "malo", sino que se aleja más del wrestling y se acerca al entretenimiento.
Esa descompensación en la balanza hace que muchos rechacen la decisión de Triple H, sobre todo desde el sector más crítico. Tampoco quiero convertir esto en una guerra de smarks y marks, porque no me gustan esas definiciones, pero sería la vía más rápida para explicar esta diferencia de reacciones que ha generado Jey Uso con su victoria.
¿La realidad? WWE sigue vendiendo. ¿Ha sido una buena decisión? El tiempo lo dirá. WWE ha tomado decisiones muy extrañas y el tiempo le ha dado la razón, aunque no siempre ha sido así. ¿WWE podría haberlo hecho más épico? Sin duda. ¿Jey Uso es una mala elección? En parte puede que sí, pero es una decisión entendible. ¿Entiendo a los fans frustrados? Por supuesto. En mi opinión, Jey Uso tomará su camino hacia WrestleMania y eso no perjudicará al espectáculo en demasía.