El pasado 8 de enero, The New York Times informó que TKO y el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudita estaban asociándose para crear una nueva liga de boxeo. Durante la publicación de los resultados financieros de TKO del cuarto trimestre de 2024, el director de operaciones de TKO, Mark Shapiro, confirmó que las dos partes están cerca de cerrar el acuerdo y ofreció más detalles de la negociación.
"Estamos cerca de llegar a un acuerdo con los saudíes para la creación de una liga de boxeo en la que nosotros, TKO, seríamos los productores, promotores y responsables de todas las operaciones diarias de la empresa, por lo que recibiríamos una comisión de más de 10 millones de dólares. No vamos a poner capital. Además, tendríamos algo de capital en ganancias a lo largo del tiempo, concretamente durante un período de cinco años, pero dependería de que logremos ciertos objetivos, incluido el hecho de que superemos los presupuestos anuales aprobados por la junta durante esos cinco años.
Acabamos de enviar una representación de ejecutivos de la empresa a Londres para reunirse con la delegación saudí, encabezada por Andrew Schleimer, nuestro director financiero, Nick Khan, que dirige WWE, y Lawrence Epstein, que dirige UFC. Tuvieron una reunión a principios de esta semana, y nos estamos acercando. Cuando tengamos algo oficial, lo comunicaremos.
Seríamos promotores, productores y operadores de cuatro peleas de gran escala que se emitirían, probablemente dos este año y dos en 2026. Puede que no entren en la liga del boxeo en sí. Puede que sean solo eventos puntuales, pero nos pagarían una cantidad por actuar como promotores, productores e incluso operadores", aseguró el director de operaciones de TKO.
El presidente de UFC, Dana White, ha expresado durante mucho tiempo su deseo de ingresar al mundo del boxeo y recientemente dijo que "tiene un plan" para ingresar al deporte como promotor. En los últimos años, el gobierno saudí ha respaldado algunas de las peleas de boxeo más importantes de la historia, como el enfrentamiento entre Oleksandr Usyk y Tyson Fury, que dio como resultado que Usyk fuera coronado como el primer campeón indiscutible de peso pesado en más de una generación.