Estamos en plena “Road to Wrestlemania”, y aún quedaban dos plazas por disputarse para peleas por los títulos mundiales, una por el Women´s World Title y otra por el WWE Title, ambas en Elimination Chambers. Además, la respuesta de Cody Rhodes a la oferta de The Rock, un combate que era garantía de éxito incluso antes de celebrarse (Sami vs Kevin) y uno de relleno, por mucho que incluyera el retorno de Trish Stratus, completaban la cartelera del segundo PLE del año para WWE. ¿Qué nos deparó el evento? Pasemos a analizarlo en profundidad.
Ciertamente tenía ganas de ver este combate por varios motivos: para empezar, esperaba que la historia del ataque a Jade Cargill avanzara (como así fue). También tenía curiosidad por ver cómo conseguía combinar WWE el citado retorno de Cargill con una posible victoria de Bianca Belair (a mis ojos, la clara favorita, bastante por delante de Alexa Bliss) y por último, por disfrutar de un combate que contaba con gran calidad de casi todas las competidoras.
Lo primero se cumplió al instante, pues Jade Cargill apareció para realizar una perfecta masacre a Naomi. Muy bien realizada, efectiva en todos sus aspectos y que “parece” cerrar la historia del ataque. Y digo “parece” porque no me extrañaría que la historia tuviera otra capa, que es que Bianca fuera el cerebro de la operación, y Naomi simplemente la ejecutora. En cualquier caso, muy bien desarrollado el ataque y un aplauso (una vez más) a Liv Morgan por la expresión de miedo que puso al ver aparecer a Cargill.
En cuanto al combate, muy bien desarrollado en todos los aspectos. Bayley sigue siendo usada en estos meses para poner “over” a otras luchadoras de WWE, pero lo hace dando destellos de gran calidad. Roxanne Perez tiene un gran futuro por delante. Liv sigue brillando en cada aparición, desarrollando a las mil maravillas su personaje y comiéndose un tremendo latigazo (BRUTAL) con la trenza de Bianca, Alexa siempre resulta creíble, y, por supuesto, una Bianca a la que queremos ver en los main events y luchas por títulos individuales, y no malgastando el tiempo en historias sin interés.
Me alegro mucho por su victoria y parece que por fin vamos a tener el Rhea vs Bianca que se nos lleva insinuando desde hace más de un año. Tampoco me importaría ver un Triple Threat incluyendo a Iyo Sky, pero ahora mismo me conformo con ese pedazo de combate para Wrestlemania que es Rhea vs Bianca. Muy buen combate.
(***3/4)
Como he dicho en la introducción de este artículo, este combate me pareció puro relleno desde que se anunció oficialmente. No me entiendan mal: me encanta Trish Stratus, y siempre me parece muy bien verla competir. También me gusta que Tiffany Stratton coja protagonismo en la empresa: no en vano es una de las campeonas mundiales. Sin embargo, este combate no tiene nada de particular; es el típico que se puede ver cada semana en Smackdown. Entiendo que WWE quiera forzar que nos guste Stratton de cara a enfrentarse en Wrestlemania a una heel Charlotte, pero esto se puede conseguir de muchas otras formas que no metiéndonos con calzador un combate por parejas en un PLE. Quitando el pequeño momento previo al final, donde hubo algo de descontrol, el combate no tuvo nada de malo, pero tampoco nada que justifique que debía ocupar un hueco en el evento en vez de, por ejemplo, un combate por el título Intercontinental o de los Estados Unidos masculino, donde, en ambos casos, hay retadores preparados. Lo dicho, nada malo, pero relleno. [**1/2]
Tengo que reconocer que no soy imparcial cuando hablo de estos dos luchadores. Los llevo viendo luchar desde hace 20 años cuando eran Kevin Steen y El Generico, los he visto en directo en New York en 2007, he disfrutado como un enano con su rivalidad interminable desde los tiempos de PWG y ROH…realmente, no me canso de verlos. Esta vez la estipulación implicaba que íbamos a ver poco de combate técnico y mucho de una brawl. Y como tal, cumplió a la perfección con las expectativas. Se dieron absolutamente con todo: sillas, mesas, palos de hockey, alambre de espino…algunos de esos spots me resultaron hasta “incómodos”, como los que implicaron la rotura de las sillas, pero claro, es parte de la estipulación e hicieron meternos más en la historia. Muy bien también los detalles sutiles de WWE, como la ropa de los árbitros, el color de los protectores, o la baja intensidad de las luces. Todos esos detalles nos recordaban que el combate no era “oficial”.
El post-match también fue muy destacable, pues cuando parecía que Owens iba a aplicar un Piledriver sobre el cuello desprotegido de Zayn, apareció Randy Orton para, básicamente, confirmar que veremos un Orton vs Steen en Wrestlemania. Me gustó mucho también la casi aparición de la Punt Kick de Orton como respuesta al Piledriver de Owens, pero está bien que se la guarden de momento, pues la historia acaba de empezar. En cuanto al combate, y para concluir, fue una tremenda brawl que recomiendo ver a todo el mundo.
(****1/2)
De la misma forma que pasó en la Royal Rumble masculina del mes pasado, la tremenda calidad de los participantes, así como todas las rivalidades que había entre ellos nos hacía predecir que sería un gran combate, como así acabó ocurriendo.
Es verdad que empezó con mucha calma, con un ritmo pausado, pero en cuanto empezaron las eliminaciones, todo fue subiendo de nivel. Para empezar, la eliminación de Drew encaja perfectamente con su personaje, pues no tuvo bastante con la Claymore, sino que quiso regodearse de Cena, lo que le costó la eliminación por parte de Priest. El ataque posterior de Drew a Priest nos viene casi a confirmar que ambos se enfrentarán en Wrestlemania en un combate que entiendo que se produzca, pero que no me parece nada interesante. Tras eso, llegó el spot que quizá será más compartido, el Super Frog Splash de Logan Paul para eliminar a Priest. Luego, como revancha del guantazo de Logan Paul a Punk en Raw, llegó el de Punk a a Logan justo antes de eliminarlo con el GTS. Y justo aquí fue cuando el combate ya se puso en terreno de “muy bueno”. Me gustó ver a John Cena a un nivel que hacía tiempo que no veía y a unos brillantes Rollins y Punk.
Las interacciones entre los tres fueron de una gran calidad, con una gran química entre los tres y con un bookeo que me pareció excelente. Rollins fue eliminado tras los finishers de sus dos rivales, y Punk fue eliminado tras un Stomp de un ya eliminado Rollins. De esta manera parece casi asegurado el Rollins vs Punk en Wrestlemania, aunque no lo veo como main event como quiere Punk. Quizá aquí entre Roman Reigns y/o el favor que Heyman le debe a Punk. Como dato destacable y quizá un guiño a lo que tenía que venir justo después, resultó curioso ver a Cena aprovecharse de una trampa de un rival para asegurarse la victoria…
Gran combate, con muy buen bookeo. (****1/4)
Este que escribe lleva viendo wrestling desde 1990. Así pues, he visto la traición de Shawn Michaels a Mary Jannety, la creación de la NWO, he visto a Stone Cold venderse a Vince McMahon... pues bien, el turn heel de John Cena es uno de esos momentos que se producen cada muchos años y que acaban siendo parte de la historia.
Es curioso lo que ocurre con John Cena. Desde que fue campeón en 2005, una inmensa mayoría de público pedía a gritos su turn heel, pero nunca llegó a producirse, ni en los momentos en que Cena era quizá el luchador más abucheado. Con el paso de los años, y dejando a un lado el fanatismo, el público empezó a reconocer a Cena como la leyenda que es. Su “farewell tour”, durante todo 2025, ha sido celebrado de manera casi unánime por los aficionados, y es que realmente nos apetece verle despedirse a su manera, con el objetivo presente de ganar su título número 17.
Hay un dicho en el wrestling que es que, para que un luchador haga un turn heel efectivo, debe hacerse en el momento en que sea muy popular y querido, y que nadie se lo espere, y eso es exactamente lo que ha ocurrido con Cena. Sí, estoy seguro que ahora saldrán hasta debajo de las piedras aficionados que dirán que lo veían venir, pero seamos serios: no, no lo esperábamos, y eso hace que su efecto sea mucho mayor.
Tengo que reconocer que cuando hace 8 días en Smackdown apareció The Rock con lo de comprar el alma de Cody Rhodes, me pareció muy pobre. Pero ahora, viendo el siguiente capítulo de esta historia, estoy deseando ver cómo prosigue todo. El bookeo en las próximas semanas nos dirá si estamos ante una gran historia o algo que fue desaprovechado, pero lo que es seguro que es que Elimination Chamber 2025 será recordado durante muchos MUCHOS años, y que el Road to Wrestlemania, que este año estaba resultando bastante pobre, acaba de revitalizarse, pues un Cody Rhodes vs un heel John Cena es de esos combates, a efectos de interés, que solo se producen cada muchos años.
Valoración final
Quitando el relleno del combate de parejas femenino (aunque no fue un mal combate), el PLE, a nivel de combates, me estaba resultando bastante bueno, de un notable alto. Pero amigos, el turn heel de John Cena lleva este evento a otro territorio totalmente diferente y hace que sea absolutamente obligatorio de ver. No dejen de verlo.
Nota final: 9.