El debut sorpresa de AJ Styles en el Royal Rumble de 2016 sigue siendo uno de los momentos más emblemáticos de WWE, pero tras bambalinas, Vince McMahon no quedó impresionado. En el podcast Insight with Chris Van Vliet, Styles admitió que McMahon tenía muy poca fe en él desde el principio.
“Mucha gente no lo sabe, pero a él (en referencia a Vince McMahon) no le gustaba AJ Styles. No tenía idea de quién era yo. Pero le di muchas razones: no soy el tipo más alto, tengo acento sureño... Había muchas cosas que odiaba de mí, esa fue la bienvenida que tuve por su parte”, aseguró AJ Styles.
Después de su aparición en Royal Rumble, Styles recordó los comentarios contundentes que recibió de Vince McMahon.
“Llegué a la parte de atrás y me dijo: ‘Tengo mil tipos que pueden hacer lo que tú haces’. Yo pensé: ‘¡¿Qué?!’. Quería ver más intensidad, quería ver a un pitbull”.
A la semana siguiente en un segmento de Miz TV, Styles recibió una instrucción simple: "Dale duro. Dale duro de verdad". WWE lo estaba poniendo a prueba, y Styles sabía que tenía que dar pelea. Tras ese momento con The Miz, convenció a McMahon y Styles rápidamente se convirtió en una estrella.
“Me dijeron: ‘Hazlo, hazlo bien’. Fue una prueba para ver si podía lograr esa mentalidad de pitbull, y parece ser que lo logré. Una vez que vio eso, todo despegó”, recordó AJ Styles.
AJ Styles tuvo la oportunidad de unirse a WWE mucho antes de 2016, pero la rechazó por una simple razón, el dinero no valía la pena. The Phenomenal One recordó cómo WWE le ofreció un contrato de desarrollo en 2001 después de que la WCW cerrara.
“Sí, en 2001 creo que fue, WWE me ofreció 500 dólares a la semana para mudarme a Cincinnati, Ohio. Ya ganaba 500 dólares a la semana trabajando repartiendo agua embotellada y no tenía que mudarme ni pagar más impuestos”, afirmó el luchador de RAW.
Otro factor clave en su decisión fue su esposa. Styles ya no estaba solo y tenía que pensar en su futura vida familiar. En lugar de aceptar la oferta de WWE, forjó su propio camino en la escena independiente y luego se convirtió en una estrella destacada en TNA Wrestling.
“Dijeron que tendría que mudarme, pero mi esposa no podía venir conmigo. Eso fue un impedimento importante. Aunque quería entrenar con ellos, no tenía sentido. Mirando hacia atrás, creo que tomé la decisión correcta”, concluyó AJ Styles.