En la más reciente edición de WWE NXT, durante el evento estelar, la intensa rivalidad entre Eddy Thorpe y Trick Williams llegó a su fin en un Underground Match. El combate comenzó con Trick tomando la iniciativa al atrapar a Eddy en un headlock, llevándolo rápidamente al suelo. Ambos luchadores rodaron hasta caer fuera del cuadrilátero, donde Trick aprovechó para lanzar a Thorpe contra las escaleras metálicas, antes de devolverlo al ring.
Thorpe no tardó en responder con un potente golpe; sin embargo, Trick se lanzó con un elbowdrop, pero Eddy logró esquivarlo, regresando la acción al interior del ring. Thorpe tomó ventaja, aplicando un fuerte golpe y sacando a Trick nuevamente fuera del cuadrilátero, para luego dejarlo caer sobre la mesa de comentaristas, que terminó destrozada.
Sin embargo, Williams se repuso rápidamente y, de vuelta en el ring, aplicó varios bodyslams. Thorpe intentó inmovilizarlo con una llave de sumisión, pero Trick logró escapar lanzando a su oponente hacia el backstage. Cuando Eddy regresó al ring, fue recibido por un potente Trick Shot y, posteriormente, Trick desató una feroz lluvia de puñetazos sobre Eddy, quien no pudo responder, lo que llevó al árbitro a detener la pelea, decretando la victoria por KO para Trick Williams.
Al finalizar el combate, Trick tomó el micrófono para exigir la presencia de Oba Femi, quien no tardó en aparecer en el centro del ring. De repente, las luces del recinto se apagaron, y Darkstate hizo su aparición en la grada. Je'Von Evans se unió a Trick y Oba, mostrando su apoyo para enfrentarse a la facción, pero Trick empujó a Evans, desatando una pelea entre los tres hombres.
A pesar de los intentos de los talentos presentes para detenerlos, Evans, Femi y Williams siguieron atacándose, eliminando a todos los que se interpusieron en su camino. Finalmente, Oba Femi y Trick Williams intercambiaron golpes, hasta que Je'Von Evans sorprendió a "The Ruler" con un Cutter. Evans y Trick se quedaron cara a cara, mientras la facción de Darkstate observaba desde la grada, satisfechos con el caos que acababan de provocar en el ring.