Aunque a primera vista no lo parezca, Lex Luger y Hulk Hogan se han visto frecuentemente entrelazados. Esto se debe en parte a su rivalidad en WCW, donde intercambiaron el Campeonato Mundial Peso Pesado en 1997, pero principalmente a que Luger fue visto inicialmente por WWE como el sucesor de Hogan, una visión que se manifestó cuando Luger aplicó un bodyslam a Yokozuna en el verano de 1993, poco después de que Hogan dejara WWE.
En el último programa del podcast "Lex Expressed", Lex Luger habló sobre cómo lo compararon con Hulk Hogan, pero dejó en claro que eso era algo que él mismo nunca tomó demasiado en serio.
"Otros lo mencionaban constantemente. Pero, en mi mente, solo habrá un Hulk Hogan. Nunca me sentí su competencia, ni quise emularlo, ni seguir sus pasos ni ser el próximo Hulk Hogan. Porque siempre sentí que nunca habría otro Hulk Hogan. Solo quería ser el mejor Lex Luger posible con mi personaje. Así que nunca sentí presión. En los 90 había esa sensación. Muchos fans lo mencionaron, pero mi pensamiento nunca se dirigió a eso en absoluto", aseguró Luger.
Hoy en día, Hulk Hogan no es la persona más popular en la lucha libre, como se demostró en la recepción que recibió al aparecer en el estreno de Monday Night RAW en Netflix en enero. Pero Luger no es de los que se puede considerar que no quieren tener nada que ver con "Hulkster".
"Con Hogan tenemos una excelente relación. Ha sido especial, siempre ha habido respeto mutuo. Todas nuestras interacciones son positivas. Le tengo mucho cariño a Hulkster y siempre le estaré agradecido por el trabajo que hizo conmigo. Nuestra relación, hasta el día de hoy, es fantástica", concluyó Lex Luger.
