Rhea Ripley se ha convertido en una figura destacada de WWE, pero eso nunca habría sucedido si hubiera cedido a sus inseguridades iniciales. En declaraciones a Stephanie's Places de ESPN, Ripley recordó su debut en WWE como parte del Mae Young Classic de 2017 y las preocupaciones que sentía en ese momento.
"Empecé a dudar de mí misma. Quería volver a Australia. Quería echar a perder mi sueño de ser luchadora profesional", declaró la excampeona mundial femenina de WWE.
¿El problema? Ripley sentía la inmensa presión de la oportunidad que se le presentaba. Esa presión significaba que Ripley "no estaba haciendo las cosas lo mejor posible", lo que solo la hacía sentir peor. No solo sus dudas la preocupaban, sino que otros notaron sus inquietudes en el ring y también dudaron de su capacidad para afrontar el reto.
Tras una profunda reflexión, Ripley reconoció que debía controlar su ansiedad y sus emociones si quería seguir persiguiendo su sueño en WWE. La luchadora australiana reflexionó sobre sí misma para comprender qué era exactamente lo que causaba su problema.
"Un día me senté conmigo mismo y pensé: 'Tienes que ser mejor. Tienes que ser tú misma y tienes que demostrarles a los demás que están equivocados"'
Reconociendo que el cambio era necesario, Ripley comenzó con una fuente de gran preocupación: su apariencia. Rhea admitió que se escondía tras su larga cabellera rubia cuando se sentía avergonzada, describiendo este mecanismo de seguridad como una "capa" que usaba para protegerse.
"Tenía que recordar quién era y convertirme en mí misma. En mi verdadero yo", concluyó Rhea Ripley.
Tras presentar una versión falsa de sí misma tras la que sentía que podía esconderse, Ripley finalmente aprendió a aceptar su verdadera identidad. Ahora, los fans pueden ver a la verdadera Rhea Ripley, una luchadora metalera y descarada cada semana en la programación de WWE, a pesar de estos importantes obstáculos mentales al principio de su carrera.