En una entrevista con The Soul Sessions, Leyla Hirsch, exluchadora de AEW, explicó que a pesar de su actitud profesional y paciencia, terminó siendo ignorada por la empresa. Su contrato finalizó el mismo día de su boda, un momento especialmente delicado que hizo más difícil procesar la falta de comunicación.
“Unas seis semanas antes de que terminara el contrato, pedí hablar con Tony Khan”, explicó. “No era por dinero, solo quería saber si había planes para mí. Les dije que quería quedarme, pero que también necesitaba crecer como luchadora". Sin embargo, esa reunión nunca sucedió. En su lugar, fue redirigida a una conversación con un abogado y otro miembro del equipo de All Elite Wrestling.
Hirsch asegura que dicha reunión fue cordial y profesional, y que le prometieron una respuesta durante la primera semana de febrero. Esa respuesta nunca llegó. No fue hasta menos de dos semanas antes del vencimiento del contrato que recibió la llamada definitiva: AEW no la renovaría.
"Eso fue lo que más me frustró", confesó. "Les hablé con tiempo precisamente para poder planificar, más aún porque me iba a casar". Aunque no guarda rencor, Hirsch admite que no sabe qué se le comunicó realmente a Tony Khan. “Nunca sabré qué fue lo que le dijeron a Tony. Espero que no haya sido nada negativo, porque yo dije todo lo que cualquier empresa querría escuchar de una luchadora. Pero creo que puedo imaginar por qué decidieron no renovarme. No lo voy a decir, pero si tengo razón, aun así no me arrepiento de nada. Si me hubiera conformado con quedarme estancada en AEW, probablemente seguiría allí. Pero no me arrepiento de nada. Lo que sí molesta es que, después de esa única conversación, no volví a saber nada hasta esa llamada final, menos de dos semanas antes de que se acabara mi contrato. Aun así, me mantuve profesional en todo momento, incluso cuando tenía motivos para no serlo. Siempre estoy dispuesta a apostar por mí misma. Eso es lo más importante".
Actualmente, Leyla Hirsch es agente libre y se encuentra enfocada en su próximo capítulo. Su etapa en AEW terminó sin fanfarria ni despedida, pero su determinación se mantiene intacta.