Hulk Hogan ha vuelto a hacer una de sus clásicas afirmaciones polémicas: esta vez, el ícono de WWE se atribuye el crédito por haber inventado el uso de música de entrada en la lucha libre profesional.
Durante una entrevista en el podcast Try That In A Small Town, Hogan explicó que fue él quien introdujo por primera vez el concepto, cuando decidió usar “Eye of the Tiger” -el tema de la película Rocky III- para su entrada en los años 80. Según el propio Hulkster, todo comenzó con un soborno al técnico de sonido: "Fui al tipo del sonido y le dije: 'Al diablo con esto. ¡Pon a todo volumen Eye of the Tiger!' Le di quinientos dólares".
Hogan asegura que la reacción del público fue tan fuerte, que decidió sugerírselo a Vince McMahon. A partir de ahí, dice, se desató la fiebre por la música de entrada en WWE y en todo el mundo del wrestling. "Vince lo captó muy rápido y el asunto despegó. Luego, todos querían música de entrada, así que Jimmy Hart se pasó las noches escribiendo canciones".
Si bien Hogan insiste en que fue pionero en este aspecto, la historia de la lucha libre cuenta otra versión. Ya en las décadas de 1940 y 1950, Georgeous George utilizaba Pomp & Circumstance como parte de su presentación, tema que más tarde haría famoso Randy Savage. Los Fabulous Freebirds también usaban música en los territorios del sur, y en la WWWF, Sgt. Slaughter hacía su entrada con el himno de los Marines, todo esto antes de que Hogan alcanzara la fama mundial.
Hulk Hogan hizo famoso el tema de entrada "Real American", que se convirtió en una de las piezas musicales más icónicas de la historia del wrestling. Más que una simple canción, se transformó en un símbolo de la era dorada de la WWE en los años 80. Cada vez que sonaban los primeros acordes de guitarra, el público estallaba, sabiendo que el héroe patriótico estaba a punto de aparecer. La melodía no solo acompañó a Hogan en su ascenso como el rostro principal de la empresa, sino que ayudó a consolidar el uso de música de entrada como un elemento fundamental en la presentación de los luchadores. "Real American" trascendió el ring, convirtiéndose en parte de la cultura pop y en sinónimo de la figura larger-than-life que fue Hogan en su mejor momento.