Esta noche Premium Live Event de WWE y, como no podía ser menos, nos aventuramos a averiguar el pronóstico. Basándonos en rumores y sensaciones, os dejo mi opinión sobre lo que podría suceder en la segunda jornada de WrestleMania, un show que del que se prevén grandes combates y emociones.
Drew McIntyre quizá merecía una posición más destacada en la cartelera de WrestleMania, y aunque su estatus actual no refleja del todo su potencial, la situación no puede atribuirse a Damian Priest, sino más bien a la dirección creativa y a una rivalidad que desde el principio se sintió forzada y mal construida. A pesar de ello, ambos luchadores han trabajado con intensidad durante las últimas semanas para darle algo de coherencia a esta historia de cara al mayor evento del año. La rivalidad ha ganado fuerza, especialmente desde el arranque de la gira europea de WWE, con McIntyre consolidándose como una figura dominante tanto en el micrófono como en el ring. Queda por ver si WWE decidirá premiar su constancia con una gran victoria, o si Damian Priest logrará dar el golpe en la mesa que lleva tiempo buscando. En cualquier caso, el espectáculo está segurado con la estipulación Street Fight, añadida en el último minuto, que le dará al combate el condimento que le faltaba.
La ausencia de Bayley ha alterado por completo la percepción de esta lucha, en la que, en un principio, las campeonas partían como claras favoritas. Su salida de la cartelera se ha producido de forma artificial, como parte de una decisión creativa, y WWE ha confirmado que Lyra Valkyria deberá encontrar una nueva compañera para hacer frente a Liv Morgan y Raquel Rodríguez. Todos los rumores apuntan a que esa compañera será Becky Lynch, quien lleva casi un año alejada de la televisión y cuya continuidad en WWE ha sido objeto de múltiples especulaciones. Se decía que The Man estaba esperando el momento perfecto para regresar… pero surge la duda: ¿un combate por parejas sin demasiado peso en la cartelera es realmente ese momento? Cuesta entender la lógica, si es que finalmente se confirma su regreso en este contexto. Evidentemente, si Becky Lynch es la elegida, las retadoras pasarían a ser automáticamente las favoritas, pero no termina de convencer la idea de que su gran reaparición sea para involucrarse en la división por parejas. Después de tanto tiempo fuera, muchos esperaban algo más significativo para una superestrella de su calibre.
Esta es otra de esas rivalidades que WWE ha construido "a dedo", sin demasiada naturalidad. Lo cierto es que Logan Paul se ha ganado su sitio como superestrella a base de esfuerzo, pero tampoco ha tenido una presencia constante, algo que él mismo insinuó hace unos meses durante la presentación de Netflix en las oficinas de WWE. Por su parte, AJ Styles regresó tras una lesión, pero nunca terminó de encajar del todo en Monday Night Raw. Da la sensación de que WWE solo tenía este plan puntual para él, un plan que se ha estirado artificialmente con el paso de las semanas, provocando que The Phenomenal One no tuviera la presencia en pantalla que los fans esperaban. La lucha, eso sí, está diseñada para robarse uno de los momentos del evento, y ambos tienen el talento necesario para conseguirlo. La gran incógnita es si WWE apostará por darle a Styles una última gran oportunidad, o si aprovechará el escaparate de WrestleMania para seguir consolidando a Logan Paul como una de sus estrellas emergentes.
Hace unos meses me habría parecido impensable ver a IYO SKY involucrada en una lucha a tres bandas en WrestleMania, pero así funcionan las cosas en WWE. Sigo creyendo que un Bianca Belair contra Rhea Ripley era la apuesta más sólida y segura, pero la inclusión de la luchadora japonesa ha cambiado por completo la dinámica del combate. No da la impresión de que estemos ante una lucha magnánima -como la que vivimos anoche con Tiffany Stratton y Charlotte Flair-, pero las características tan distintas de las tres competidoras aseguran, sin duda, un gran espectáculo dentro del ring. Por un lado, Bianca Belair parece tener asuntos pendientes con Jade Cargill, mientras que Rhea Ripley ha dejado atrás ese aura de invencibilidad para adaptarse al nivel competitivo del resto del roster. Con ese escenario, una victoria de IYO SKY no suena para nada descabellada. De hecho, podría ser el impulso que necesita para consolidarse como una pieza clave en la división femenina.
Sin duda, esta es una de las luchas más esperadas por buena parte de los fans. El dinamismo que promete este combate es poco habitual en el resto de la cartelera de WrestleMania 41, ya que en un mismo ring veremos perfiles muy distintos, lo que garantiza variedad y espectáculo. Bron Breakker aportará la intensidad más salvaje, Penta El Zero M el toque espectacular, Dominik Mysterio el carisma irreverente, y Finn Bálor la experiencia y solidez. La química entre todos ellos ya se ha dejado entrever, y las posibles alianzas o traiciones podrían cambiar por completo la dinámica según lo que WWE haya decidido para esta historia. En cualquier caso, la lucha tiene potencial para funcionar en cualquier dirección. Bron Breakker ha ascendido muy rápido, y si pierde aquí, será difícil pensar que WWE no tiene planes más grandes para él que el título Intercontinental. No creo que reciba la cuenta de tres directamente, pero sí que creo que habrá un nuevo campeón. Penta y Dominik son opciones interesantes, pero si WWE quiere devolverle impulso a Dom tras unoa etapa de menor protagonismo, una coronación suya podría ser justo lo que necesita para recuperarlo.
Ayer me la jugué con la triple amenaza y, como me va la marcha, también voy a ir un poco a contracorriente aquí. Cuando alguien me ha preguntado en las últimas semanas: "¿Quién quieres que gane?", mi voz interior siempre ha respondido lo mismo: John Cena. Todo apunta a que su arco como "chico malo" ha sido construido con un propósito claro, pero… ¿será tan evidente como una nueva aparición de The Rock para atacar a Cody Rhodes? Siento que hay algo más escondido en esta historia. WWE lleva semanas dejando caer que viviríamos algo realmente inesperado en WrestleMania. Lo de Rollins en la primera noche fue sorprendente, sí, pero no rompió esquemas. No sé… ¿un giro de guion con Cody Rhodes volviéndose heel? ¿Una reacción del público a favor de Cena que cambie todo, como ocurrió en WrestleMania X-8? La idea de ver a John Cena coronándose campeón parece estar sobre la mesa, ya dicha y casi escrita… pero sinceramente, espero algo más que eso. Espero un golpe de efecto.