Ric Flair, una de las leyendas más grandes del wrestling, ha realizado una impactante confesión en el programa Busted Open’s Master Class: durante años lidió con un trastorno de ansiedad que condicionó por completo su vida dentro y fuera del ring.
The Nature Boy habló abiertamente sobre su agorafobia, un trastorno que le provocaba un miedo paralizante a salir de casa o subirse a un avión rumbo a sus compromisos con WWE. En sus palabras, hubo momentos en los que simplemente no podía funcionar, ni como persona ni como performer.
Sus peores momentos llegaron en los 90, cuando su agenda estaba marcada por giras constantes, insomnio y consumo excesivo de alcohol. En esa época, Flair llegó a experimentar entumecimiento en las manos durante los combates, un síntoma físico derivado de la ansiedad. A pesar de mantenerse en forma, reconoció que el exceso de entrenamiento pudo haber agravado su estado mental.
Durante toda su carrera, Flair calcula que sufrió al menos 17 crisis nerviosas. En un intento por controlarlo, primero recurrió a medicamentos como Xanax, aunque con el tiempo encontró alivio en los comestibles de cannabis, que le ayudaron a sobrellevar los episodios de ansiedad con mayor efectividad.
Con este testimonio, Ric Flair demuestra que ni siquiera las figuras más icónicas del wrestling están exentas de batallas internas. Su valentía al hablar subraya la necesidad de normalizar la salud mental en un negocio donde la presión nunca se apaga.