Durante la emisión del evento Backlash, algunas estrellas de WWE salieron dñados de sus combates. No obstante, según confirmó Triple H durante la conferencia de prensa posterior al evento, todos los luchadores que sufrieron algún tipo de daño se encuentran bajo control médico y están en buen estado.
En el transcurso de la lucha por el Campeonato de Estados Unidos, Drew McIntyre fue lanzado brutalmente por Damian Priest desde una plataforma con el South of Heaven, cayendo sobre una mesa. La caída fue aparatosa y preocupante: la cabeza de McIntyre no golpeó la mesa sino el concreto que la rodeaba, lo que generó tensión inmediata entre los asistentes y espectadores.
Según Mike Johnson de PWInsider, McIntyre fue atendido de inmediato por el equipo médico de WWE y fue puesto bajo observación tras el combate. Además, Damian Priest perdió un diente durante la lucha. Bryan Alvarez de Wrestling Observer informó que estaba siendo evaluado específicamente por una posible conmoción cerebral, aunque eso no se ha podido comprobar al cien por cien.
El spot sacó tanto a McIntyre como a Priest del combate por el Campeonato de Estados Unidos, dejando a LA Knight y Jacob Fatu como los únicos competidores activos. Justo cuando Knight se disponía a rematar con su codazo característico desde el ring hacia la mesa de comentaristas, apareció Solo Sikoa para distraerlo. El caos continuó con el debut sorpresa de Jeff Cobb, quien atacó a Knight y lo devolvió al ring. Fatu, confundido pero oportunista, aprovechó para cubrir a Knight y retener el título.
Aunque Drew McIntyre parece estar fuera de peligro, su caída fue uno de los momentos más duros y comentados de la noche. Por ahora, su estado se considera estable, pero seguirá siendo evaluado en los próximos días.