Kenny Omega ha formado parte de la familia AEW desde sus inicios, actualmente es uno de los vicepresidentes ejecutivos de la compañía, además de competir en el ring. Con esto en mente, Omega ha sorprendido con sus declaraciones revelando que lo más lamenta de haber aceptado el cargo de vicepresidente es haber perdido su libertad creativa fuera de televisión, fuera de lo que pasa en AEW.
En una conversación con Adi Shankar, Kenny Omega explicó sobre los desafíos que conlleva ser vicepresidente de la empresa donde también es empleado. Una de las cosas que más le preocupa tras convertirse en vicepresidente ejecutivo es saber que todo lo que diga o haga tiene graves consecuencias.
"Para mí, una de las cosas más lamentables de convertirme en vicepresidente ejecutivo de AEW fue que ahora éramos responsables de todo lo que hacíamos o decíamos. Si algo no se ajustaba a lo que quería la cadena, o si ofendía a los fans que presentaban una queja formal, podíamos ser retirados inmediatamente de televisión. Es una gran responsabilidad, no solo para nuestros fans, sino para los cientos de personas que trabajan en AEW. Me hizo extrañar los días en que éramos un grupo heterogéneo de chicos creativos, haciendo lo que creíamos que entretendría a nuestros fans y atraería de nuevos. Actualmente no tengo esa libertad creativa en AEW"
El luchador de All Elite Wrestling comentó que al inicio de la empresa, hablaba sobre los temas creativos entre The Young Bucks, Hangman Page y Cody Rhodes, asegurando que eran respetuosos sin ofender a nadie. Si hacían algo que parecía cruel, era solo parte de la historia que contaban.
"Antes éramos yo, The Bucks, Hangman y Cody. Todos éramos gente respetuosa y educada, siempre intentando hacer el bien. Nunca intentamos herir a nadie. Si hacíamos algo atrevido o polémico, siempre era para contar una historia y con un propósito. Pero los tiempos han cambiado. Hace poco vi algunos vídeos antiguos con los Bucks y me reí de las cosas tontas y absurdas que hicimos. Sabíamos que bromeábamos, y los aficionados también. Se reían con nosotros y de nosotros, y eso nos encantaba. Ahora es un poco triste que ya no podamos hacerlo. Nadie salió malparado por eso en aquel entonces. Nadie saldría lastimado si lo hiciéramos ahora. Pero hoy, alguien se ofendería e intentaría ir a por nosotros, y se sentiría empoderado al hacerlo. Así que ahora simplemente me mantengo en mi caparazón, simplemente hago lo que tengo que hacer y cobro un dinero por ello. Eso es definitivamente un bajón", concluyó Kenny Omega.