Zelina Vega está lista para marcar un antes y un después con el título femenino de Estados Unidos, y no tiene pensado limitar su reinado al universo WWE. En una charla reciente con Good Karma Wrestling, dejó claro que su ambición va mucho más allá del main roster: quiere poner el oro en juego en otras empresas y territorios.
"Quiero defender este título tanto como pueda", comentó Vega con entusiasmo. "Acabamos de tener esa alianza con AAA, así que me encantaría llevarlo allí. Me encantaría enfrentarme a Stephanie Vaquer. Eso estaría brutal. También me gustaría llevarlo a NXT para luchar con Giulia... o incluso a Stardom y probarme allí".
Para Vega, este no es solo su primer título individual: es el reflejo de su evolución dentro del negocio. Tras años moviéndose entre roles como manager y competidora en distintas etapas de WWE, ahora busca consolidarse como campeona con hambre de demostrar su valor entre las cuerdas. "Habéis visto a Zelina como manager, como parte de la LWO... ha habido muchas versiones de mí. Pero ahora, como campeona de Estados Unidos, es cuando realmente empieza la historia", aseguró.
La primera oportunidad que tendría Zelina Vega para defender el Campeonato de Estados Unidos de WWE sería en el evento Worlds Collide, que tendrá lugar el 7 de junio en el Kia Forum de Inglewood, California. El show incluira estrellas de WWE y Lucha Libre AAA y se podrá ver en vivo mediante la plataforma Netflix a nivel Internacional. Es probable que, más adelante, Vega pueda viajar a México para poner en juego la correa.
El 25 de abril de 2025, en un episodio de SmackDown, Zelina Vega logró una victoria histórica al derrotar a Chelsea Green y convertirse en la nueva Campeona Femenina de Estados Unidos de WWE. Este triunfo marcó el primer título individual en la carrera de Vega dentro de la empresa.
El combate fue el desenlace de semanas de tensión entre ambas luchadoras. Vega había obtenido dos victorias consecutivas sobre Green en combates no titulares, lo que le otorgó la oportunidad de disputar el campeonato. Durante el enfrentamiento, las aliadas habituales de Green, Piper Niven y Alba Fyre, fueron expulsadas del ringside por el árbitro tras múltiples intentos de interferencia. Con las condiciones igualadas, Vega aprovechó el momento y aplicó su movimiento final, el Code Red, para asegurar la cuenta de tres y alzarse con el título.