Mercedes Moné ha generado polémica al lanzar un nuevo servicio de mensajería privada donde los fans pueden escribirle directamente por 99,99 dólares al mes. Aunque muchos han criticado el precio, Vince Russo salió en su defensa... a su manera.
Durante la emisión del podcast Shootin’ from the Hip, el exguionista de WWE respaldó la decisión de Mercedes y hasta comparó su propio servicio en Cameo: “La gente me puede escribir por Cameo por dos dólares. Soy 98 dólares más barato”, bromeó Russo. Pero más allá del sarcasmo, el mensaje fue claro: “Si hay gente dispuesta a pagarle 99 dólares por un texto, que se los cobre. Nadie los está obligando. Si lo pagan, que ella aproveche. Si la gente quiere gastar ese dinero, es su decisión. Y Mercedes tiene todo el derecho a ganar ese dinero".
El servicio ofrecido por Moné promete una interacción “exclusiva, personal y privada” con sus fans más leales, asegurando que el número está “reservado solo para sus mayores seguidores”. Y pese a la ola de críticas en redes, la CEO de AEW ha dejado claro que no tiene intención de recular.
Los servicios como el de Mercedes Moné no son tan descabellados como parecen a primera vista. En una era donde la conexión directa entre celebridades y fans se ha vuelto una forma rentable de contenido, este tipo de propuestas se han normalizado. Plataformas como Cameo, Patreon, Fanhouse o incluso OnlyFans (en sus variantes no explícitas) han consolidado un modelo donde la interacción se convierte en producto, y donde el acceso exclusivo tiene valor para un nicho de seguidores fieles.
Para muchas figuras públicas, especialmente en el mundo del wrestling y el entretenimiento deportivo, este tipo de servicios representan una forma directa de monetizar su marca personal sin depender de empresas intermediarias. Lo que antes se limitaba a firmas de autógrafos o meets en eventos físicos, ahora se traduce en mensajes privados, saludos personalizados y acceso a contenido exclusivo. Puede que 99 dólares por escribirle a Mercedes suene exagerado para algunos, pero para sus seguidores más leales, es simplemente el precio de sentirse un poco más cerca de su estrella favorita.