Después de casi dos décadas en WWE, Natalya está descubriendo un nuevo tipo de libertad creativa. Aunque se abre paso en escenarios como Bloodsport XIII y la Crockett Cup de NWA, ha dejado claro que no está huyendo de su pasado. De hecho, lo respeta profundamente. En una reciente entrevista en Busted Open Radio, la excampeona femenina habló con sinceridad sobre cómo su forma de afrontar su carrera estuvo marcada por el miedo a repetir la historia de su padre, Jim “The Anvil” Neidhart.
"Cuando pienso en mi vida y en estos 18 años en WWE, hay mucho de trauma de la infancia ahí metido. Era como... no quería ser como mi padre. Él no era muy confiable. Lo despidieron muchas veces de WWE. Como cinco veces. Yo solo quería ser lo opuesto a eso", confesó.
Ese miedo la llevó a priorizar la estabilidad, la confiabilidad, incluso si eso significaba limitarse creativamente. Ahora que ha empezado a explorar nuevos terrenos, Natalya insiste en que esto no es una crítica encubierta contra Vince McMahon o la antigua dirección.
"He tenido una carrera increíble en WWE, y en realidad tuve una relación muy buena con Vince. Él siempre fue muy bueno conmigo. Y estoy muy agradecida por todo lo que he logrado", aseguró.
Curiosamente, su aparición en Busted Open fue aprobada por WWE sin trabas, algo que ella interpreta como una señal de confianza por parte de la empresa, especialmente bajo el liderazgo actual de Triple H. Lejos de actuar desde el resentimiento, Natalya está tomando el control de su carrera con respeto por lo vivido y plena seguridad en lo que viene.
