Odio es una palabra fuerte, según el excampeón mundial de AEW, Chris Jericho. Pero en la lucha libre, la esencia de la industria se basa en el odio y la animosidad, con esos rivales despreciados enfrentándose en el ring, con el hombre más fuerte que sobrevive a la pelea.
Durante una sesión de preguntas y respuestas con "Monopoly Events", un fan le preguntó a Jericho si alguna vez "odió" a alguno de los oponentes con los que se enfrentó en la vida real durante sus tres décadas de carrera. El luchador canadiense mencionó a un hombre que le disgustaba profundamente, y cómo el expresidente de WWE, Vince McMahon, incitaba constantemente a Jericho y a su contrincante para mantener vivo el resentimiento entre ellos.
"Durante toda la rivalidad con Triple H antes de WrestleMania 18, no nos caíamos bien. Ahora nos caemos bien, pero en aquel entonces no nos caíamos nada bien, era algo mutuo. Vince sabía de esa situación y lo que solía hacer, era fomentar ese sentimiento de odio. Animó a Triple H y me animó a mi a que no nos cayéramos bien porque muchas veces eso se nota en el ring y es bueno para la lucha y para el negocio. Así que creó mucha competencia y tensión personal, no solo animosidad, sino un deseo personal de demostrar que eres el mejor".
En el evento principal de WrestleMania 18 del año 2002, Triple H derrotó a Chris Jericho para convertirse en campeón Indiscutido de WWE, en el SkyDome de Toronto, Ontario, Canadá. El actual luchador de AEW, perdió el pasado mes de abril, el Campeonato Mundial de ROH ante Bandido.