Durante la reciente edición de WWE NXT, Oba Femi defendió con éxito el Campeonato de NXT ante el ganador de LFG, Jasper Troy, en el combate principal de la noche. Fue una lucha física, intensa y de alto impacto que dejó al campeón al límite frente a un rival que se ganó el respeto del público por su feroz resistencia.
Desde el arranque, Femi buscó imponer su dominio con una ráfaga de puñetazos, pero Troy lo detuvo con un rodillazo a las costillas, seguido de un bodyslam y una senton que por poco le dan la victoria. La intensidad fue tal que Jasper llegó a destrozar una esquina del ring al lanzar al campeón con tal violencia, obligando a los oficiales a repararla mientras él continuaba con el castigo.
Troy mantuvo el control durante varios minutos, aplicando un side slam, pisoteando las costillas del campeón y ejecutando dos splash consecutivos que tampoco fueron suficientes para sellar la cuenta. El nigeriano logró reaccionar con un spinebuster y varios suplexes, aunque Jasper respondió con un poderoso chokeslam tras lanzarlo nuevamente contra el esquinero.
Más adelante, Femi bloqueó una Vader Bomb con las rodillas, y eso cambió el ritmo del combate. Ambos terminaron en ringside, donde Oba lanzó a Troy contra la barricada, rompiéndola por completo antes de regresarlo al ring. Oba Femi selló su victoria tras aplicar dos Pop-Up Powerbombs consecutivas, asegurando así una nueva defensa exitosa de su campeonato.
