Aunque suele proyectar una imagen de fuerza e invulnerabilidad, Dwayne "The Rock" Johnson ha revelado que durante los últimos años ha lidiado en silencio con problemas digestivos persistentes que lo dejaron frustrado y sin respuestas claras. En una conversación íntima con el Dr. Mark Hyman en YouTube, Johnson compartió detalles de su viaje personal hacia el bienestar intestinal.
Johnson explicó que, a pesar de sentirse bien físicamente, algo no andaba bien con su sistema digestivo. Había visitado múltiples médicos sin obtener resultados, hasta que a finales de 2023, su socio de toda la vida, Ari Emanuel, le recomendó contactar con Hyman.
“Llevaba un par de años con problemas intestinales. Le conté a Ari, que ha sido mi agente principal durante décadas, que no me sentía del todo bien. Le dije: 'He ido a varios doctores, pero no logro encontrar qué es. Me siento genial, pero mi digestión no funciona bien'. Y él me dijo: 'Te voy a presentar a un amigo mío, el Dr. Mark Hyman'".
La conexión fue inmediata. Poco después, Johnson tuvo una videollamada con Hyman, quien le explicó que trabajaba desde la medicina funcional—un enfoque que Johnson admitió desconocer. "Me preguntaste: '¿Sabes quién soy y qué hago?' Y yo dije: 'Ni idea'. Me explicaste que no ibas a tratar solo los síntomas, sino que ibas a buscar la raíz del problema. Y yo pensé: 'Eso me encanta'. Porque con otros médicos, sentía que nunca llegábamos al origen real del malestar.”
El trabajo conjunto comenzó a inicios de 2024. En plena preparación para un intenso calendario laboral de nueve meses, Johnson temía no poder con todo si no solucionaba sus problemas digestivos. Sin embargo, en menos de dos meses, empezó a notar mejoras.
"Estaba a punto de entrar en un rodaje de nueve meses sin parar y pensé: '¿Cómo voy a soportar esto si no estoy digiriendo bien?' Pero entre las seis y ocho semanas, ya estaba encaminado. Empecé a notar cambios. Mi cuerpo empezó a recalibrarse", declaró Johnson.
El Dr. Hyman detalló que, tras varios exámenes, descubrieron que el problema se originó luego de que Johnson tomara dos rondas de antibióticos, lo que eliminó bacterias esenciales para la salud intestinal. “Habías tomado antibióticos, y ahí fue cuando todo cambió. Detectamos en tus análisis que habías perdido ciertas bacterias clave, como Akkermansia, que protege el revestimiento intestinal. Así que nos enfocamos en rehabilitar tu sistema digestivo".
El tratamiento incluyó suplementos, probióticos y compuestos naturales como granada, té verde y arándanos, además de un batido personalizado con más de 10 ingredientes diseñado para restaurar su flora intestinal.
Durante su conversación, Johnson reveló uno de los momentos más inesperados y significativos de su reciente viaje de salud: su evaluación genética mostró que tiene una variante altamente protectora del gen APOE, conocido por estar relacionado con la longevidad y la salud cognitiva.
Como parte de un chequeo exhaustivo, Johnson se sometió a pruebas genéticas que incluyeron el análisis del gen APOE, crucial para determinar el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. El Dr. Hyman explicó el funcionamiento del gen de forma sencilla: “El gen APOE tiene distintas versiones: 2, 3 y 4. Si tienes dos 4, el riesgo de Alzheimer es alto. Pero si lo detectamos a tiempo, se puede prevenir o incluso revertir con cambios intensivos en el estilo de vida".
El objetivo, explicó Hyman, era conocer el riesgo de Johnson y tomar medidas preventivas, especialmente considerando que sus hijos aún son pequeños. "No quieres tener 70 años y no recordar sus nombres, ¿verdad?”, bromeó con seriedad. Johnson asintió con una sonrisa: "No, eso no suena divertido".
Además de los análisis genéticos, se utilizaron biomarcadores de última generación, como el PTA217, que detecta proteínas relacionadas con el Alzheimer en sangre. Hyman detalló que, al combinar estos datos con imágenes cerebrales y análisis genéticos, obtienen una visión completa de la salud neurológica. Entonces llegó la gran revelación: "Descubrimos que tienes lo que llamamos el ‘gen jackpot'".
Johnson, aliviado, repitió con una carcajada: "¿Gen jackpot?" A lo que Hyman respondió con claridad: "Tienes la variante APOE2, que está asociada con mayor longevidad. No tienes el 2/2, que es el 'ackpot total', pero sí un 2/3. Eso sigue siendo muy protector".
A sus 53 años, Dwayne “The Rock” Johnson decidió tomarse su salud muy en serio. Colonoscopias, análisis genéticos, chequeos cardiovasculares... todo. Y fue precisamente durante una de esas revisiones cuando saltó una alarma que, en manos equivocadas, pudo haberlo llevado a un tratamiento innecesario.
Al hacerse una resonancia tradicional, los médicos encontraron lo que parecía ser una acumulación de placa en la arteria circunfleja, una que rodea la parte trasera del corazón. "Yo ni siquiera sabía qué era eso", confesó Dwayne. "Siempre oí hablar de las dos arterias principales, pero esa no la conocía". “Me hicieron una revisión completa del corazón y todo se veía bien, gracias a Dios. Pero en la circunfleja vieron algo que parecía placa. En cuanto lo vieron, me dijeron: 'Tenemos que medicarte ya, esto es serio, tienes que empezar este tratamiento de varios meses'".
Sin sentirse del todo convencido, Johnson contactó con el Dr. Hyman antes de comenzar el tratamiento. “No quiero señalar a nadie ni tirar a nadie por debajo del autobús, pero algo no me cuadraba”, comentó. La reacción de Hyman fue inmediata: “Espera. No empieces ningún medicamento todavía".
En lugar de seguir con el diagnóstico tradicional, Hyman propuso un enfoque más avanzado: una exploración con tecnología de inteligencia artificial. El resultado lo cambió todo. “Cuando me llegó el informe del cardiólogo principal de tu equipo, fue como escuchar por primera vez una canción que te encanta. Me dijeron: 'Todo está perfecto. Lo que parecía placa es solo una particularidad anatómica. No hay ningún problema. Vuelve en tres años'".
