Lo que parecía una secuencia normal en un combate ha desencadenado una nueva política interna en TNA. Durante el evento Under Siege, en el combate entre Tessa Blanchard y la luchadora invitada de NXT, Arianna Grace, ambas se propinaron bofetadas que, según varias fuentes, no contaban con la aprobación previa del agente asignado al combate.
Según ha explicado Sean Ross Sapp, periodista de Fightful, el intercambio no pasó desapercibido, y al día siguiente, la empresa envió un memorando interno al roster notificando que, a partir de ahora, cualquier bofetada debe ser aprobada previamente por un agente de producción. Aunque no se ha dado una explicación oficial específica sobre qué motivó exactamente la decisión, varias personas dentro de la empresa han confirmado que el origen está directamente relacionado con este combate en particular.
"Al día siguiente, TNA envió un memorando a todo el roster advirtiendo que, a partir de ahora, cualquier bofetada ejecutada en un combate deberá contar previamente con la aprobación de un agente asignado. Aunque no se ha detallado públicamente el motivo exacto, diversas fuentes indican que la decisión está directamente relacionada con este enfrentamiento", escribió Sapp.
"Según múltiples personas dentro de la empresa, esta situación fue el detonante del cambio, aunque es probable que al menos una de las partes implicadas niegue los hechos. Aun así, esa es la versión que ha circulado de forma consistente entre el personal de TNA".
La medida, aunque menor en apariencia, refleja la creciente atención que TNA está poniendo en regular y estructurar los elementos físicos de sus combates para evitar problemas mayores.
