Durante la más reciente edición de WWE NXT, Channing “Stacks” Lorenzo consiguió una sorpresiva e intensa victoria sobre su exaliado Tony D’Angelo, coronándose como el nuevo campeón de la Heritage Cup, título que había quedado vacante tras la lesión del anterior monarca, Noam Dar.
Tony D’Angelo dominó las dos primeras rondas del encuentro, imponiéndose con su fuerza y experiencia. En la segunda, incluso consiguió el primer punto tras conectar dos poderosas spears sobre Lorenzo. Sin embargo, el panorama cambió en la tercera ronda, cuando los aliados de “Stacks” interfirieron, atacando a traición la pierna de D’Angelo y dejándolo debilitado de cara a los siguientes asaltos.
Con Tony visiblemente afectado físicamente, Lorenzo igualó el marcador con un roll-up al inicio de la cuarta ronda. En la quinta, aprovechó el caos generado por una intervención accidental de Luca Crusifino, quien golpeó por error a D’Angelo, para aplicar un suplex seguido de un brutal Shining Wizard que le dieron la cuenta de tres y la victoria definitiva.
Al finalizar, Tony descargó su frustración golpeando a Crusifino, culpándolo de la derrota y dejando en claro que ya no confía en ninguno de los dos. Mientras tanto, “Stacks” se retiró triunfante por la rampa, levantando la copa en alto y celebrando con sus aliados la obtención de su primer título en WWE NXT.