Jeff Jarrett conoce bien a Sean Waltman, más conocido como X-Pac, y su lugar en la historia de WWE. Aunque Waltman ya forma parte del Salón de la Fama como miembro de D-Generation X y del nWo, Jarrett considera que su carrera en solitario merece un reconocimiento individual.
Durante su podcast My World, Jarrett argumentó que el impacto de Waltman en el wrestling, especialmente en sus inicios como The Lightning Kid, ayudó a abrir la puerta a luchadores de menor tamaño en una era dominada por los pesos pesados.
“Es una obviedad. Si te fijas en lo que hizo como Lightning Kid siendo tan joven, sus combates con Jerry Lynn... era como una especie de X Division antes de que existiera la X Division. Estaba haciendo ruido desde el principio, siendo literalmente un chaval”, comentó Jarrett.
Uno de los momentos más emblemáticos de Waltman fue su histórica victoria como 1-2-3 Kid sobre Razor Ramon en Monday Night Raw, un triunfo que cambió la percepción sobre lo que podía conseguir un “underdog” en WWE.
"Ese momento con Razor… fue una bomba. Si piensas en alguien que rompió moldes, ese tipo de sorpresas solo ocurren cuando hay alguien que redefine las reglas del juego", añadió.
Jarrett también elogió la etapa de Waltman como Syxx en WCW, siendo una pieza clave en la evolución del nWo, y su posterior regreso a WWE como parte esencial de DX. A pesar de haber atravesado problemas personales, Jarrett resaltó su capacidad de sobreponerse y seguir dejando huella en la industria.
“Tuvo sus demonios, como todos en la vida, pero siguió adelante. Estuvo en Nitro, se integró como el sexto miembro del nWo, y luego volvió a WWE... ha formado parte de momentos históricos. Cuando conoces tu historia, es evidente que merece su lugar en solitario en el Hall of Fame, sin desmerecer a nadie que ya esté dentro".
Sean Waltman debutó a nivel nacional en la WWF a principios de los 90 como el 1-2-3 Kid, sorprendiendo al mundo cuando venció a Razor Ramon en uno de los momentos más recordados de Monday Night Raw. Aquel triunfo no solo le dio notoriedad, sino que marcó un antes y un después para los luchadores más pequeños en una industria dominada por gigantes. Su estilo ágil y arriesgado rompía con los estándares de la época, lo que le permitió destacar rápidamente entre el público más joven y los fans de la lucha técnica.
Con el tiempo, Waltman consolidó su estatus como pieza clave de algunas de las facciones más influyentes de la historia: nWo en WCW bajo el nombre de Syxx, y D-Generation X en WWE como X-Pac. Fue uno de los pocos luchadores que logró mantener relevancia durante la guerra de los lunes por la noche, aportando carisma y un estilo muy adelantado a su tiempo. Aunque nunca fue un main eventer, su influencia fue vital para abrir camino a generaciones enteras de luchadores de peso ligero, sin él, quizá nunca habrían tenido espacio en las grande.