Durante WWE Raw, Nikki Bella volvió a la acción individual enfrentándose a Chelsea Green, quien estuvo acompañada por Alba Fyre y Piper Niven. En los primeros instantes, Nikki acorraló a su rival en las cuerdas antes de derribarla con fuerza. Chelsea respondió con una bofetada y se refugió en el esquinero, pero fue sorprendida con una hurricanrana y un suplex. Green escapó a ringside, donde Nikki fue tras ella, aunque Alba y Piper se interpusieron en su camino.
De regreso al ring, Chelsea tomó el control del combate haciendo caer a Nikki contra el esquinero y aplicando un lungblower. Bella cayó a ringside y fue lanzada contra la barricada del público; después Chelsea la devolvió al cuadrilátero para ejecutar un facebuster, seguido de una serie de rodillazos en la espalda mientras la sujetaba del cabello. Nikki intentó reponerse, pero fue derribada una vez más.
Chelsea atrapó a Nikki en un headlock, pero Bella logró liberarse y conectó dos running clotheslines y un enziguri desde la segunda cuerda. Chelsea respondió con un neckbreaker, aunque sin lograr la cuenta de tres. Nikki evitó el Unprettier y contraatacó con un faceplant. En ese momento, The Secret Service interrumpieron el combate, pero Nikki se deshizo de ellas y finalizó a Chelsea con el Rack Attack para conseguir la victoria.
Mientras la integrante del Salón de la Fama de WWE celebraba, Alba y Piper la atacaron y continuaron golpeándola hasta que apareció Stephanie Vaquer para defenderla. Vaquer logró hacer retroceder a las tres heels antes de ayudar a Nikki a levantarse; después, ambas se abrazaron en señal de respeto y unión.