SmackDown pudo confirmar una nueva lucha para WWE Clash in Paris

WWE celebró anoche un nuevo espectáculo de SmackDown, un evento que se llevó a cabo desde Dublín, Irlanda, y que no disfrutó de la presencia de Cody Rhodes, pese haber sido anunciado localmente y por los medios digitales de la empresa.

Antes de llegar al evento estelar, Joe Tessitore y Wade Barrett confirmaron que Cody Rhodes no estaría en el espectáculo porque el campeón de WWE seguía de baja debido al ataque de Drew McIntyre en SmackDown hace una semana. El propio McIntyre intervino y dio su propia actualización sobre Rhodes, que fue básicamente meterse con él.

Drew McIntyre subió al cuadrilátero e instó a Cody a disfrutar de su baja para pasar sus últimos días con el Campeonato de WWE porque él, una de las pocas personas que ya lo ha vencido, se lo arrebatará. Mientras McIntyre seguía hablando, Randy Orton apareció de la nada, subió al ring y aplicó un RKO sobre el escocés, poniendo en pie al público. 

Se rumorea que esta acción podría derivar en una lucha en Clash in Paris, un evento que tiene cuatro combates confirmados hasta el momento. Hace unos días se filtró que WWE estaba estudiando la posibilidad de enfrentar a Cody Rhodes contra Drew McIntyre por el Campeonato de WWE en Wrestlepalooza, el 20 de septiembre, un evento en el que la empresa quiere poner toda la carne en el asador al ser el estreno de la emisión de eventos premium en ESPN.

La batalla contra Randy Orton sería un alto en el camino, y también una forma de resarcirse de la derrota contra The Viper en el evento Satuday Night's Main Event celebrado el 12 de julio. En caso de confirmarse, es probable que WWE no anuncie el combate hasta la próxima semana en SmackDown.

Dave Meltzer, periodista de Wrestling Observer, indicó en su último boletín de noticias algunas luchas adicionales para Clash in Paris. Sin embargo, el combate entre Solo Sikoa y Sami Zayn tendrá lugar el viernes, en SmackDown, mientras que la supuesta lucha entre Becky Lynch y Nikki Bella no parece que vaya a ocurrir, al menos después de ver lo sucedido en el show de la marca azul.