WWE presume lleno total en París mientras realiza nuevos despidos internos
Los despidos forman parte de la reestructuración en curso dentro de la compañía
WWE combina grandes cifras de asistencia con ajustes internos de personal

WWE celebró este domingo un nuevo hito internacional al reunir a más de 30.000 aficionados en el Clash in Paris, evento celebrado en la Paris La Défense Arena de París, Francia. La compañía presumió de un lleno absoluto que confirma el gran momento que vive a nivel internacional.
Sin embargo, la celebración llegó acompañada de ajustes internos. Según ha informado esta madrugada Fightful, mediante su sección de pago en Patreon, WWE ha despedido a aproximadamente media docena de empleados de los departamentos de redes sociales y producción. A los afectados se les comunicó que los movimientos forman parte de la reestructuración empresarial que la compañía viene implementando desde hace meses.
Estos despidos no son un caso aislado. A lo largo de 2025, WWE ya había llevado a cabo varias rondas de recortes que afectaron tanto a luchadores como a personal técnico y creativo. Nombres como Sonya Deville, Braun Strowman o los Good Brothers fueron parte de salidas anteriores, lo que confirma que la compañía mantiene una política activa de reajustes en su plantilla.
En julio de este mismo año, la empresa revisó además su política de indemnización por despido. Hasta entonces, los empleados recibían un mes de salario por cada año trabajado, pero la norma se redujo a tan solo dos semanas. Este cambio fue calificado de "desagradable" por algunos de los afectados y generó un clima de preocupación entre los trabajadores que ven en riesgo su estabilidad.
La raíz de esta oleada de cambios está directamente relacionada con la creación de TKO Group Holdings, fruto de la fusión entre WWE y UFC en 2023. Desde entonces, la nueva estructura ha impulsado recortes y ajustes en diferentes áreas, buscando optimizar costes y unificar operaciones bajo un mismo paraguas corporativo.
Resulta llamativo el contraste entre el éxito internacional que supone llenar arenas como la de París con más de 30.000 aficionados y, al mismo tiempo, la decisión de recortar personal clave en departamentos como redes sociales y producción. Una paradoja que refleja cómo WWE intenta equilibrar su expansión global con la racionalización de recursos internos.