Nick Hogan demanda a Bubba the Love Sponge escándalo del vídeo sexual de Hulk Hogan
Hogan ya había ganado una demanda millonaria contra Gawker que terminó con la quiebra del medio
El nuevo pleito busca impedir la difusión de material protegido por derechos de autor

Nick Hogan, en representación del patrimonio de su padre, ha presentado una demanda en un tribunal federal de Florida contra Bubba the Love Sponge. Según ha informado TMZ, el hijo de Hulk alega que el próximo documental titulado “Video Killed the Radio Star: The Untold Story of the Hulk Hogan Sex Tape Scandal” infringe los derechos de autor y marcas registradas de su padre y busca impedir que el proyecto vea la luz.
La demanda sostiene que el documental, cuyo estreno está previsto para finales de este mes, utiliza imágenes y fragmentos de vídeo no autorizados de la cinta en su tráiler oficial. Además, Nick Hogan acusa a Bubba de violar el acuerdo de conciliación que alcanzó con Hulk en 2012, cuando el escándalo explotó públicamente.
Aquel año, el ya desaparecido portal Gawker filtró el vídeo íntimo en el que Hulk aparecía junto a Heather Clem, la entonces esposa de Bubba. Hogan demandó tanto a Bubba como a Gawker, alcanzando un acuerdo privado con el primero y logrando una sonada victoria judicial contra el medio digital. El caso fue uno de los más mediáticos de la década, generando un enorme debate sobre los límites del periodismo sensacionalista y la privacidad.
La polémica se avivó aún más cuando se hicieron públicos otros fragmentos de la grabación en los que Hulk utilizaba lenguaje racista, situación que provocó su retirada temporal de la programación de WWE. No obstante, años después regresaría a la compañía, donde permaneció vinculado hasta su fallecimiento en julio de este mismo año.
Tras años de litigio, en 2016 un jurado de Florida falló a favor de Hogan, condenando a Gawker a pagarle 140 millones de dólares en daños. El veredicto dejó a la empresa contra las cuerdas, forzándola a declararse en bancarrota y a vender sus activos a Univision. Finalmente, el acuerdo entre ambas partes se cerró en unos 31 millones de dólares, pero el golpe económico y mediático fue tan grande que significó el final de Gawker como medio independiente.