Kurt Angle recuerda cómo amenazó con demandar a ECW tras la crucifixión de Sandman

El 26 de octubre de 1996, tuvo lugar uno de los incidentes más conocidos dentro de la historia de la lucha libre. 1350 personas que se reunieron en el ECW Arena presenciaron cómo el entonces Campeón Mundial de ECW, Sandam, era colgado en una cruz y se le colocaba una corona de alambre de púas en la cabeza. El grupo Raven´s Nest, autores del ataque, reeditaron una escena de la crucifixión de Jesucristo.

Uno de los más críticos con el segmento fue Kurt Angle, quien curiosamente ejercía como comentarista invitado esa noche. Angle, que acababa de ganar la medalla de oro en os Juegos Olímpicos de 1996, fue contactado por Paul Heyman para asistir a un evento "de lucha real". Aunque, evidentemente esto no era cierto, Angle relató en el podcast Six Feet Under cómo el entonces jefe de la empresa le vendió su producto de esa forma. "Paul Heyman llama… no sé cómo consiguió mi número, pero me llama. Me dice: ‘Escucha, Kurt, tenemos esta nueva lucha libre. Es algo muy parecido a tu estilo—es real", relató. 

Una vez estuvo allí, y ya habiendo visto que lo que ofrecía ECW no era una lucha amateur, llegó el momento que colmó el vaso. El ángulo de la crucifixión de Sandman enervó a Kurt, que como un devoto cristiano vio esa imagen como una ofensa. Rápidamente se dirigió a Paul Heyman, a quien amenazó con demandar.

"Aquí estoy yo, un chico cristiano, creyente en Dios, y ellos hacen una crucifixión donde Raven está en una cruz y Sandman lo crucifica. Miré a Paul Heyman y le dije, "Escucha, si esto se transmite la misma noche que yo aparezca, vas a escuchar a mi abogado"", relató Angle.

Además, para añadir más leña al asunto, la relación entre Sandam y Angle desde ese momento no fue la mejor, especialmente a partir del momento en el que Sandman empezó a pensar, de forma equívoca, que el medallista olímpico había ordenado a Paul Heyman que se disculpara por lo sucedido. "Sandman, estúpido… pensó que yo le dije a Paul que fuera y se disculpara. Nunca le dije a nadie que se disculpara. Simplemente no lo entendí en ese momento. Él sabía que no le dije a Paul que se disculpara, y sabía que yo era medallista olímpico y que nunca había estado en este negocio. Y lo primero que veo es una crucifixión. Por supuesto, iba a perder un poco la calma", concluyó.