Rusev: "Vince McMahon quería que recuperara el peso perdido. Para él, el tamaño lo era todo"
El ex campeón de Estados Unidos explicó cómo su transformación física no fue bien recibida por Vince McMahon
El luchador reveló que McMahon cambió de opinión varias veces sobre su personaje
        Miro ha vuelto a hablar sin filtros sobre su primera etapa en WWE, y esta vez lo ha hecho para exponer uno de los momentos más surrealistas de su carrera: cuando Vince McMahon le pidió que volviera a ganar peso tras haber logrado su mejor forma física.
En una conversación junto a CJ Perry (Lana) en el pódcast Identity Crisis, el excampeón de Estados Unidos recordó su transformación física en 2019, cuando bajó de más de 300 libras a unos 230. Rusev estaba en plena forma, pero su nueva imagen no convenció a McMahon, que seguía aferrado a la versión más corpulenta del “Bulgarian Brute”.
Recuerdo perfectamente que Vince le miró y le dijo: ‘¿Dónde está mi bruto búlgaro de 300 libras?' Era muy directo, lo decía convencido. Añadió: ‘Ese hombre llena asientos. Quiero a mi bruto búlgaro de 300 libras. Quiero que vuelvas a ser heel'.
Lejos de tomárselo mal, Miro respondió con humor y confianza: “Turn me heel, brother”, recordando que siempre se ha considerado uno de los mejores villanos del negocio. Sin embargo, la anécdota deja entrever un problema más profundo: la obsesión de McMahon por los físicos descomunales, incluso cuando eso chocaba con la salud o la evolución de sus luchadores.
Perry también recordó cómo Vince justificó su visión, asegurando que tenía 'demasiados babyfaces' y necesitaba un rudo dominante. "Para él, los europeos del este o los rusos siempre eran los malos", señaló.
La historia, sin embargo, no terminó ahí. Poco después, McMahon le pidió exactamente lo contrario. "Antes del combate con Goldberg, me llamó a su oficina y me dijo: 'Hazme este favor, te debo una'. Y me propuso convertirme en babyface. Yo le respondí que si él estaba detrás, yo también lo estaría. Pero luego volvió a cambiar de idea otra vez", relató Miro entre risas. "Era un caos constante. Un día querían una cosa, al siguiente la contraria".
A pesar del éxito del fenómeno Rusev Day y del enorme apoyo del público, McMahon nunca llegó a apostar del todo por su evolución. Para él, Miro siempre debía ser el gigante intimidante, no el personaje carismático y divertido que los fans habían abrazado.
Hoy, el luchador búlgaro utiliza esa experiencia como un recordatorio de cómo el wrestling ha cambiado: "No necesitas 70 libras extra para ser una bestia. Solo el momento adecuado para demostrar quién eres realmente".
Sobre el autor
    Sebastián Martínez, director de SoloWrestling.com y excomentarista de WWE en Antena 3, Gol TV y Netflix, analiza la actualidad del wrestling con rigor y pasión. Con más de 20 años de experiencia, sigue siendo un referente de la lucha libre en español. Puedes seguirle en su cuenta oficial en X.