Trish Stratus explica por qué rechazó Playboy pese a la presión de WWE
Vince McMahon insistió durante años, pero Stratus se mantuvo firme
La exsuperestrella repasa cómo se construían las portadas femeninas en aquella época
Durante una época en la que posar para Playboy parecía casi una extensión natural del papel de muchas mujeres en WWE, Trish Stratus decidió marcar una línea roja. La que fue una de las figuras más populares de la compañía confirmó que nunca tuvo intención de participar en la revista, ni siquiera cuando la presión desde arriba era insistente y constante.
En su entrevista con Pod Meets World, Stratus recordó cómo se sentía cada vez que le proponían proyectos que enfatizaban la parte más sexualizada de su personaje. Para ella, esa faceta pertenecía al show, no a su vida personal, y nunca vio viable trasladar ese registro a algo como Playboy.
No era para mí. Aunque mi personaje fuese un símbolo sexual, yo no lo era. Cuando Playboy llamó, dije que no. Y cuando volvieron a insistir, seguí diciendo que no. Incluso con Vince presionando, nunca lo vi como una opción.
La ex superestrella recordó también cómo se sentía incómoda incluso en las sesiones de lencería que formaban parte del material promocional de WWE en aquella época. Frente a las famosas sesiones del Divas Magazine, Stratus optó por darle un toque más deportivo para encajar en algo que sintiera más fiel a ella misma.
Su negativa generó tensiones internas, especialmente cuando se le insinuó que, si no aceptaba, WWE simplemente ofrecería la portada a otra luchadora. Pese a ello, Stratus se mantuvo firme y hoy asegura que sigue orgullosa de haber defendido su criterio personal.
La canadiense, miembro del WWE Hall of Fame desde 2013 y nombrada Diva de la Década en 2003, reconoce que, ahora que es madre, le parece impensable haber aceptado algo con lo que jamás estuvo cómoda.
La historia de Trish también vuelve a poner sobre la mesa un patrón histórico en WWE: durante años, la compañía impulsó una imagen extremadamente sexualizada de sus luchadoras, mientras que los hombres jamás fueron sometidos a ese tipo de presión. Playboy, sesiones en lencería, portadas provocativas eran expectativas casi obligadas para las mujeres del roster, que tenían que encajar en un molde específico para recibir atención de la empresa. En cambio, las carreras masculinas nunca dependieron de posar sin ropa ni de vender atractivo.
La negativa de Trish contrasta con la decisión de varias compañeras de su generación que sí aceptaron posar para la revista, como Sable y Chyna, que protagonizaron algunas de las ediciones más vendidas de Playboy, o Torrie Wilson, Ashley Massaro, Christy Hemme y Maria Kanellis, quienes también participaron en sesiones durante la etapa más sexualizada de WWE. Aquellas portadas se convirtieron en un sello distintivo de la era, reforzando la imagen que la empresa proyectaba de sus luchadoras en aquel momento.
Sobre el autor
Sebastián Martínez, director de SoloWrestling.com y excomentarista de WWE en Antena 3, Gol TV y Netflix, analiza la actualidad del wrestling con rigor y pasión. Con más de 20 años de experiencia, sigue siendo un referente de la lucha libre en español. Puedes seguirle en su cuenta oficial en X.