John Cena firma un acuerdo de cinco años como embajador de WWE

El adiós de John Cena como luchador activo no significa una despedida de WWE. Aunque su último combate está programado para el 13 de diciembre, el 17 veces campeón mundial ha confirmado que seguirá vinculado a la compañía durante, al menos, los próximos cinco años gracias a un nuevo acuerdo como embajador oficial de WWE.

En una conversación con Tom Rinaldi, Cena explicó que esta nueva etapa no tendrá nada que ver con su paso por los cuadriláteros, sino con un rol más estratégico y formativo dentro de la empresa. Su intención es mantenerse como una figura estable, representativa y cercana al talento joven.

Seré embajador de WWE. Ya he firmado por otros cinco años. Mientras pueda hacerlo, quiero seguir siendo parte de esta familia. No es mi momento de actuar ya, pero tengo muchas fortalezas y regalos que puedo transmitir.

El propio John detalló que este nuevo camino le permitirá dedicarse a aspectos que en su etapa como luchador apenas podía explorar: la mentoría, el desarrollo de personajes y la conexión directa con el talento emergente. Su objetivo, según explicó, es ayudar a que más luchadores encuentren su “momento de chispa”, ese instante que transforma una carrera.

Mientras tanto, su despedida como competidor sigue generando enorme expectación. Cena cerrará su trayectoria en el ring enfrentándose a Gunther en WWE Saturday Night’s Main Event, un choque que simboliza el traspaso de era entre dos generaciones muy distintas. El austríaco se dirigió a esa lucha anoche, en Monday Night Raw, donde aseguró que John Cena se iba a enfrentar al mejor luchador profesional de la historia. 

Más allá de su nuevo rol como embajador, Cena explicó que la decisión de convertir 2025 en su último año dentro del ring tomó forma al ver el tipo de compromisos que WWE le pedía en los últimos tiempos. A menudo, regresaba únicamente para abrir programas con monólogos de 15 o 20 minutos, sin acción física ni rivalidades largas. Era un lugar difícil: sostener al público sin robar protagonismo a los luchadores que venían detrás, improvisar sobre múltiples puntos de guion y cargar con la responsabilidad de marcar el tono de la noche. Para él, aquello fue la señal definitiva de que su papel como intérprete había cambiado para siempre.

El propio Cena admitió que, al revisar su calendario y asumir que a los 48 años no podría mantener una presencia intermitente eternamente, comprendió que debía tomar una decisión clara: retirarse sin aviso o hacerlo de forma que pudiera celebrarlo con el público. Su plan inicial era ambicioso: llegó a proponer más de 200 fechas porque era el modelo de trabajo que había conocido toda su carrera. Pero WWE ya no opera con ese volumen de eventos. La empresa le recordó que las giras han cambiado, que el negocio se gestiona de otra manera y que, por mucho valor que él aportara, la estructura del calendario no iba a girar en torno a él.

Qué gran ejercicio para aprender que solo porque creas que tienes una buena idea, no significa que sea una buena idea. Significa que tú crees que es una buena idea. Nos ha llevado hasta aquí y es un lugar genial en el que estar.

Lejos de verlo como un obstáculo, Cena lo entendió como una lección. Presentó propuestas, analizó cifras, elaboró proyecciones de ingresos… y aun así tuvo que reformularlo todo cuando la compañía le explicó su marco actual. "Que te guste una idea no significa que sea la idea correcta", admitió. Ahí encontró el equilibrio: un calendario más reducido, una despedida ordenada y la oportunidad de iniciar su etapa como embajador mientras aún tiene algo que aportar. Para él, este punto intermedio es exactamente el tipo de final que buscaba.