Mucho se discutió el rol que ocupó el top face de la compañía en su feudo con Bray Wyatt.
"Es el nuevo enterrador", "le quitó la pala a Triple H", "no deja que el talento nuevo brille con luces propias" y más frases se han dejado caer en las páginas de wrestling. Una discusión, que a todas luces, genera un intenso debate.
Desde que Cena obtuvo su primer campeonato en el 2005, y específicamente desde que fue cambiado a Raw, su carrera creció como la espuma, como la antipatía generada. Era lógico,que al establecerlo como la cara de la empresa debía recibir un push brutal. Lo tuvo, claramente. Pero los problemas empezaron cuando se abusó de la sobreexposición en desmedro de luchadores tan vitales para la historia que WWE intenta construir día a día.
En el 2006, Umaga venía invicto, de derrotar a hombres como Ric Flair y Kane, convirtiéndose en un heel temido y respetado. Se topó con Cena, por el WWE championship, dos buenas luchas (el Last Man Standing en el Rumble 2007 es muy bueno), y fin de la racha. En su momento, esto generó mucha controversia con posturas de ambos lados, estaban los que decían que perder ante el campeón y cara de la empresa sería bueno (¿les suena conocido?), mientras que otros se tiraban los pelos por tamaño "despropósito". Lo cierto, y a pesar de representar a McMahon en Wrestlemania 23 y ganar un par de veces el IC, la figura de Umaga perdió mucha fuerza, la misma que terminó por sepultar Triple H.
Pasaron varios años para que John Cena volviera a verse las caras con una joven promesa. En el 2010, se cruzó Wade Barrett. La idea de Nexus en su concepto ideal fue notable, un aire fresco y revolucionario que ayudó a reinventar a una compañía que venía de capa caída en cuanto a creatividad. El problema, es más que conocido por todos, Cena salió airoso del feudo dejando por el suelo al inglés que le costó harto salir del abismo.
Luego de eso vendrían sus primeras derrotas importantes con jóvenes proyectos, aunque siempre con intervenciones y terminando ganando el feudo. Paso con el Miz y Ziggler. Tras perder con Miz en Wrestlemania 27 uno esperaba que de ahí en más viéramos a Cena cayendo en pro del espectáculo. Sin embargo, se las ingeniaba para salir vencedor de los feudos. ¿Qué ha hecho de importante el Miz luego de perder en el I Quit Match con Cena en Over the Limit? Sí, perder con Cena y The Rock en una lucha tag con R-Truth y bueno, casarse con Maryse. Lo de Ziggler es otro cuento, ya que la pérdida de su push no tiene relación con su feudo con Cena. Pero sí molestó en su momento que el hombre del AA le ganará todas las luchas post TLC en Raw. Y siempre con un libreto muy similar.
Los casos de Bryan o Punk, de los cuales el propio Cena ha sacado pecho en sus promos, tienen el aliciente de la gran popularidad que venían arrastrando esos luchadores. Era el colmo, si de alguna u otro manera, ganaba esas luchas.
Para mí, Wyatt quedó un poco tocado tras la derrota con Cena en Payback, donde una victoria en MITB podría ayudarlo a recuperar ese fuego que venía trayendo. John, por su parte, y más que nada Vince y compañía deben entender que su hombre estrella ya lo ha ganado todo y no es necesario verlo triunfar una y otra vez. Las ventas no se desplomarán, los estadios no estarán vacios y la gente no dejará de sintonizar los PPV y programas (sino pasó con la salida de Stone Cold o The Rock, no veo que pase ahora). Es momento de mirar el producto global, de pensar en su totalidad, de analizar con mejores ojos el futuro y no desgastar una imagen que lo está. Cena, a quien siempre he defendido dentro del ring,
debe empezar su etapa 2.0 en la compañía, esa de ayudar al talento joven que cargará con la empresa durante los próximo 20 años y quizás más.
Cristóbal Meléndez
Para Solowrestling.com