En la más reciente edición de WWE NXT, Ricky Saints logró una importante victoria al obtener su primer triunfo en una lucha individual frente a Ridge Holland. El combate comenzó con una feroz confrontación cuando Holland empujó a Saints, elevando la tensión antes de que sonara la campana.
Holland fue el primero en golpear, derribando a su oponente con un back elbow y llevando la acción a uno de los esquineros, donde desató una lluvia de ataques. Sin embargo, Saints reaccionó rápidamente, derribando a Holland con un dropkick que le permitió ganar algo de ventaja.
A medida que el combate avanzaba, Holland continuó imponiendo su fuerza con un powerslam y un backbreaker. El británico incluso lanzó a Saints fuera del ring y lo golpeó contra los esquineros. Luego, Ridge castigó la espalda de Ricky con un elbowdrop y aplicó un Bear Hug, pero Saints logró encontrar la manera de escapar.
Saints no permitió que Holland tuviera el control por mucho tiempo. En un momento, Ricky escapó de un Full Nelson y sorprendió a su oponente con un roll-up. Luego, ejecutó un dropkick y un DDT, sobre su rival quien buscó refugio en ringside.
La acción regresó al interior del ring, donde Ridge intentó cargar a Ricky contra los esquineros, pero Saints se liberó y aplicó un Tornado DDT. Luego Ricky no perdió la oportunidad de ejecutar su movimiento final, el Rochambeau, asegurando la victoria con la cuenta de tres.