Durante la reciente edición de WWE SmackDown en Londres, Drew McIntyre logró derrotar a "The Viper" Randy Orton en una intensa lucha. El combate comenzó con ambos luchadores estudiándose detenidamente, hasta que Randy Orton atrapó a McIntyre en un headlock, buscando imponer su dominio desde el inicio. Sin embargo, McIntyre escapó rápidamente y derribó a su oponente con un poderoso tackle.
Orton no tardó en recuperar el control, desatando una lluvia de puñetazos sobre McIntyre y lanzándolo con fuerza contra uno de los esquineros. La acción se trasladó rápidamente fuera del ring, donde Orton aprovechó su experiencia para estrellar a McIntyre contra la mesa de comentaristas. Sin embargo, McIntyre reaccionó a tiempo, atacando los ojos de Randy recuperando la ventaja.
Después, el escocés estrelló a Orton contra los postes y lo lanzó violentamente contra la barrera del público. La acción regresó al ring, donde McIntyre ejecutó un par de back sentons sobre la espalda de Orton, lo que parecía dejarlo fuera de combate. Sin embargo, Orton respondió con un ataque directo a los ojos de Drew, lo que permitió que equilibrara nuevamente las acciones.
Ambos luchadores intercambiaron varios golpes, con McIntyre sorprendiendo a Orton con un Glasgow Kiss, aunque el conteo quedó en dos. Randy respondió con un par de clotheslines y un scoop powerslam, pero al prepararse para el Punt Kick, Kevin Owens apareció para distraerlo. Aprovechando la oportunidad, McIntyre ejecutó un devastador Claymore y cubrió a Orton para la cuenta de tres.
Pero la acción no terminó ahí. Kevin Owens, sacó a "The Viper" del ring y lo llevó hacia la mesa de comentaristas. Allí, Orton logró evadir un ataque de Owens, haciendo que el canadiense cayera sobre la mesa. Furioso por la intervención, Randy subió a la mesa de comentaristas, dispuesto a aplicar su Punt Kick, pero Owens lo esquivó una vez más y huyó entre el público.