Natalya, una de las figuras más veteranas del vestuario de WWE, ha compartido detalles íntimos sobre sus inicios en el negocio y cómo logró llegar a la empresa más grande del wrestling mundial. En una reciente entrevista con Chris Van Vliet, la canadiense no solo habló sobre entrenar a Nikki Bella para su regreso en el Royal Rumble o su participación junto a su padre Jim “The Anvil” Neidhart en Total Divas, sino también sobre el camino que tuvo que recorrer antes de firmar su primer contrato con WWE en 2007.
La integrante del clan Hart reveló que, antes de lograr su gran oportunidad, trabajó durante años como camarera y limpiando baños, compaginando esos empleos con su carrera independiente en países como Inglaterra o Japón. Cuando finalmente firmó su contrato de desarrollo con WWE, recibió 25.000 dólares al año, una cifra modesta comparada con los sueldos actuales, pero que representó un sueño cumplido para ella.
Estaba tan emocionada porque había trabajado como camarera, limpiado baños, recogido mesas… y hacía lucha libre cuando no estaba en ese trabajo. Luché muy duro por llegar hasta aquí.
Natalya también aprovechó para poner en valor a quienes trabajan en el sector de la hostelería o el comercio minorista: “Siempre recuerdo cuánto disfruté siendo camarera. Creo que todos los que trabajan en atención al cliente o en la industria del servicio merecen un aplauso. No es nada fácil".
A día de hoy, Natalya es una de las luchadoras más respetadas del roster y una pieza clave en el desarrollo de nuevas generaciones, pero no olvida lo que le costó llegar a la cima.