En una reciente entrevista con Vanity Fair, Roman Reigns ha aborado por primera vez el caso legal que involucra a Vince McMahon y que ha generado una fuerte sacudida en la imagen pública de WWE. A diferencia de otras ocasiones, el Jefe Tribal no ha evitado el tema y ha compartido su visión con franqueza.
Reigns ha calificado la situación como algo "profundamente vergonzoso" y ha expresado su solidaridad con Janel Grant, la mujer que presentó la demanda contra el exmandatario de WWE. Para Reigns, este tipo de noticias son cosas que nadie quiere escuchar ni tener que explicar en casa.
Es vergonzoso. Es de esas cosas que no quieres escuchar, ni mucho menos que tu familia escuche. Ella tiene que cargar con todo lo que pasó, y espero de corazón que ahora esté en un lugar donde se sienta cómoda y segura.
La demanda contra McMahon ha dejado una huella en la reputación de WWE y ha encendido el debate sobre la cultura corporativa en la compañía. Aunque Vince ha negado las acusaciones, el proceso judicial sigue en curso y recibiendo atención mediática internacional. Que Roman Reigns se pronuncie al respecto no es algo menor: como la principal figura de WWE, rara vez comenta asuntos de vestuario o situaciones legales. Pero en este caso, sus palabras reflejan una creciente conciencia entre los talentos sobre la importancia de la responsabilidad, la integridad y el respeto cuando se enfrentan temas tan graves. Internamente podría reflejar un cambio de postura en WWE, permitiendo que incluso sus máximas estrellas se pronuncien con empatía y madurez sobre temas serios.
Cabe destacar que en la última semana, WWE ha cambiado su discurso en algunos ámbitos relacionados con la empresa. Como hemos estado remarcando, parece que la compañía quiere cambiar el relato de las críticas en Internet con el objetivo de minimizar su impacto. Por otra parte, personalidades de alto rango, como Triple H, han comenzado a manifestarse contra Vince McMahon y su manera de dirigir la empresa.